Los Reyes de España presiden hoy el homenaje que el Congreso va a rendir a las víctimas del terrorismo, en un acto solemne que se celebrará a mediodía en el Palacio de las Cortes, con asistencia de las principales autoridades institucionales y representantes de las víctimas y sus familias.

Don Juan Carlos y Doña Sofía serán recibidos en la escalinata principal del Congreso por el presidente de la institución, José Bono, acompañado del presidente del Senado, Javier Rojo, de la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, y del presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar.

Todos ellos accederán al interior del palacio por la Puerta de los Leones, que únicamente se abre en la sesión solemne de apertura de cada Legislatura y en las jornadas de puertas abiertas.

Durante la sesión, que seguirán desde la tribuna los representantes de las víctimas y las altas autoridades del Estado, el presidente de las Cortes, José Bono, pronunciará un discurso, a cuyo término tomará la palabra el Rey Don Juan Carlos.

Se guardará un minuto de silencio en memoria de las víctimas y después la Orquesta Sinfónica Chamartín interpretará el larguetto de la serenata para cuerdas opus 22, de Antonin Dvorak.

Posteriormente los Reyes, los presidentes del Congreso y el Senado y los presidentes del Constitucional y del CGPJ saludarán a los representantes de las víctimas del terrorismo en el Vestíbulo de Isabel II, situado tras la Puerta de los Leones.

También está previsto que, concluido el saludo protocolario, los Reyes mantengan un encuentro con todos los asistentes al acto en el Salón de Pasos Perdidos de la Cámara Baja.

No acudirá a este homenaje el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que asiste en Toronto (Canadá) a la cumbre del G-20, aunque sí estarán presentes otros miembros del Gabinete.

El pasado 11 de marzo, el pleno del Congreso acordó declarar cada 27 de junio como Día de las Víctimas del Terrorismo, ya que en esta fecha en el año 1960 se cometió un atentado en San Sebastián en el que murió la niña de 22 meses Begoña Urroz; investigaciones recientes consideran este suceso el primer atentado de ETA.

La celebración del acto ha obligado a adoptar un amplio dispositivo de seguridad a cargo de diversas unidades policiales en el entorno del Palacio del Congreso, recientemente sometido a una remodelación urbanística que ha ampliado la zona peatonal en la Carrera de San Jerónimo.