Reunida por primera vez toda la obra escultórica de Camille Claudel
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La historia de su tortuosa vida ha eclipsado en ocasiones la importante aportación a la escultura de Camille Claudel, alumna y amante de Rodin, a la que la Fundación Mapfre dedica la primera exposición que se organiza en España sobre la totalidad de su obra.
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Cerca de un centenar de esculturas, que se complementan con fotografías, documentos, y apasionadas cartas entre Camille y Rodin, forman una muestra única ya que además de ser la primera que se organiza en nuestro país sobre la escultora francesa, se trata de la exposición más completa que se ha hecho nunca al ser también la primera vez que se reúnen las obras de la artista que se encuentran en diferentes colecciones.
El hecho de ser una artista complicada, rodeada de leyenda, ha provocado que la faceta de Camille Claudel (1864-1943) como artista quedara eclipsada por lo que incidir en su aportación a la escultura ha sido el objetivo principal de las comisarias Aline Magnien, jefa de colecciones del Museo Rodin, y María López Fernández.
Los préstamos realizados por la familia Claudel, los de colecciones públicas y privadas y, en particular, los del Museo Rodin de París, donde se mostrará la exposición posteriormente, han permitido organizar una muestra que para la Fundación Mapfre, "es muy importante", según su director Pablo Jiménez, quien ha destacado que a pesar de tener una producción corta, Camille hizo una obra de gran intensidad y delicadeza "adelantándose a lo que será la escultura contemporánea".
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Entre las obras que componen la muestra se encuentran varias escayolas y barros, "difíciles de transportan y que debido a su delicadeza en muy pocas ocasiones se prestan", ha afirmado Jiménez para quien esta "es la gran exposición sobre Claudel, en la que se rescata a una de las grandes escultoras del cambio de siglo y uno de sus grandes personajes", artista inadaptada, sólida e independiente que revolucionó el papel de la mujer artista en un mundo de hombres.
El recorrido de la exposición se inicia presentando al personaje, a través de cartas, fotografías y documentos. "Queríamos que las obras de Camille hablaran por sí mismas y nos contaran la historia", y por ello se muestran a continuación los retratos de familia realizados por la escultora, para continuar con los creados cuando entró en el taller de Rodin, en los que se ve como las obras de ambos se confunden.
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En esta etapa, Claudel esculpió una de sus obras más importantes, "Sakountala", que se muestra en la exposición en los diferentes materiales y versiones que hizo, "cuyos pasos siempre se empeñó en controlar ella misma. En su búsqueda frenética de la originalidad avanzó mucho en la escultura de la época e innovó mucho".
Rodin además de a Camille estaba unido a otra mujer, a la que nunca se planteó dejar ni siquiera cuando la escultora se quedó embarazada de un hijo que nunca llegó a nacer. Los celos amorosos y artísticos minaron la relación y la rivalidad entre ambos fue creciendo hasta romper en 1898.
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En sus últimos años junto a Rodin, desarrolló su verdadera personalidad a través de grupos de obras que la consagran definitivamente. Las diferentes versiones de "La valse" o de "Le petite Châtelaine" se han convertido en sus piezas más representativas de este periodo, junto a otras como "Clotho", "Les causeuses" o "La vague".
La escultura "La edad madura" materializa su ruptura con Rodin y es una de sus obras más famosas en la que se muestra "la enorme maestría y la exquisitez técnica que alcanzó su escultura" a la vez que se convierte en testimonio del desgarro físico e intelectual que supuso su ruptura con el escultor.