El respaldo popular mantiene abierto el Patio Maravillas
La Comisión Judicial renunció a desalojar el centro social okupado "por falta de medios" ante el numeroso grupo de simpatizantes congregado a sus puertas
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Dos centenares de festivos simpatizantes han evitado el cierre del Patio Maravillas de Madrid. Tras una larga noche de vigilia dentro del centro social, los jóvenes implicados en el proyecto pudieron cantar victoria. La comisión judicial responsable del desalojo lo suspendió "por falta de medios y seguridad para llevarlo a cabo": demasiada gente, demasiados periodistas.
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Varias docenas de jóvenes comprometidos con la causa habían decidido dormir allí, de forma excepcional. Esto explica la importancia del lugar, que no se utiliza como vivienda, sino únicamente como centro de actividades de todo tipo. Clases de idiomas, para inmigrantes, talleres culturales para satisfacer inquietudes... Un centro muy organizado, lejos de la imagen esterotipada de casa okupada, que lleva en marcha un año y medio.
Un centro que podrá ser durante todo el fin de semana una de las sedes madrileñas del Foro Mundial Social gracias al apoyo de la gente. Como estaba previsto inicialmente, hasta que llegó el auto de desalojo, que había obligado a improvisar alternativas.
Recién pasadas las 8.00 horas, comenzaron a llegar los manifestantes opuestos al desalojo, previsto para las 9.30 horas. A esa hora ya sumaban casi 200, y desde el edificio se asomaban las cabezas de activistas; tres, cuatro, incluso ocho por ventana. De abajo a arriba, y de arriba a abajo, los jóvenes se intercambiaban arengas, chistes y mensajes de ánimo, hasta que comenzaron a gritar proclamas y lemasy el indispensable "¡Un desalojo, otra ocupación!".
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Nada más aparecer media docena de policías municipales, desde las ventanas del edificio un joven bromeó de cara a la concurrencia: "Ahí está el que se considera dueño, en el bar de la esquina, para que le deis una ronda de capones gratis". El dueño es Leopoldo Arnaiz Eguren, un experto en planes de urbanismo, procesado por tráfico de influencias. De hecho, las actividades de Arnaiz centran buena parte del discurso del colectivo del Patio, que habla de Madrid como "capital de la especulación y de la mafia del ladrillo".
Las adhesiones y muestras de cariño al Patio no se limitan a los que pasaron tres horas en manos del frío. Animalario, Amparanoia, Santiago Cirujeda, Carlos Taibo, Javier Corcuera, Izquierda Unida, Los Verdes, Ecologistas en Acción y un largo etcétera se han manifestado para que el centro social siga realizando las actividades que lo han colocado en la agenda de tantos.