El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no termina de controlar sus palabras cuando hay micrófonos y cámaras delante. La última prueba la ha dado este miércoles por la tarde cuando ha salido a recibir en el palacio de La Moncloa al president de la Generalitat, Artur Mas.

Al estrecharle la mano, Rajoy le ha soltado: 'Vivo en el lío'. A lo que Mas, un tanto perplejo, ha respondido: 'Yo también, yo también'. Rajoy ha recibido a Mas a las puertas del Palacio de la Moncloa y ha sido ahí, posando ante los fotógrafos, donde las cámaras han captado la frase del presidente del Gobierno.

Rajoy ya tuvo el lunes un desliz en las distintas conversaciones informales que mantuvo con sus homologos europeos en Bruselas. En aquella ocasión, el presidente español llegó a vaticinar al presidente finlandés, Jyrki Katainen, que la reforma laboral le iba a costar una huelga. Previamente también había conversado con el presidente francés Nicolás Sarkozy o el primer ministro británico, David Cameron.

Una de las charlas más extensas fue con el primer ministro holandés, Mark Rutte, a quien, con ayuda de un intérprete, le explicó algunos aspectos de la situación económica española.

En la emisión de la charla se escuchó también a Rajoy decir que 'ahora viene lo más duro'. 'Es que nos dejan una herencia muy complicada', le llegó a exponer al primer ministro holandés. Para después recordarle que su Gobierno se ha encontrado más de un 8% de déficit (frente al 6% previsto) y que las previsiones de crecimiento no son muy optimistas.

Rajoy se ha reunido con Artur Mas para analizar el calendario de las reformas prioritarias ante la crisis y con la esperanza de contar con el apoyo de CiU durante esta legislatura para sacarlas adelante en el Congreso. La primera muestra fue el apoyo de CiU a la convalidación en el Congreso del 'tijeretazo'.

Mas ha sido el tercer presidente autonómico con el que se reúne Rajoy desde su investidura, tras el murciano Ramón Luis Valcárcel y el vasco Patxi López.

El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, avanzó ayer que Mas ha llegado a la entrevista con la mano tendida para impulsar cuanto antes una reforma laboral y cimentar un clima de lealtad institucional.

A pesar de que esta formación votó en contra de la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno, fue el único grupo que avaló en el Congreso el primer decreto de recortes.

La vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, mostró entonces su satisfacción y confió en que ese buen entendimiento con los catalanes se prolongase con una colaboración sostenida, tanto en el ámbito parlamentario como en el institucional. Poco después el PP ayudó a CiU a rechazar las enmiendas a la totalidad a los presupuestos de la Generalitat.