El secretario general adjunto de CDC y conseller de Interior, Felip Puig, aboga por avanzar el congreso de Convergència Democràtica al próximo otoño y celebrarlo antes de las generales, para que el partido se rearme y renueve estructuras para afrontar "un nuevo memorial de agravios de Cataluña" ante el Estado.

En declaraciones a Efe, Puig es el primer dirigente nacionalista en manifestar públicamente su opinión sobre la estrategia que debe seguir CDC después de haber alcanzado la Generalitat, un debate larvado en el que se espera que Artur Mas descargue sus ocupaciones políticas en el partido en dirigentes como Oriol Pujol para poder centrarse en sus tareas al frente del Govern.

"Yo tengo la sensación de que estamos completando un gran ciclo político con estas elecciones municipales (22 de mayo), en que no sólo se cierra un ciclo político sino parte de la Transición española, y nos hemos de preparar (en CDC) para un gran reto como son los elecciones generales del año que viene", ha aseverado Puig.

Según Puig, tras las próximas generales, Convergència y el gobierno catalán deberán "poner encima de la mesa" un "nuevo memorial de agravios de Cataluña, en el que el pacto fiscal será uno de los objetivos, pero no el único: gestión de las grandes infraestructuras, soberanía en materia cultural, educativa, universitaria, función pública, seguridad y el desarrollo de un autogobierno amenazado con una involución autonómica que está en marcha".

Por este motivo, Puig cree que avanzar el congreso de CDC a otoño -tocaría en 2012- permitirá "reforzar las estructuras" de esta formación para afrontar una etapa "trascendente" tras las generales, que incluso "puede ser la última oportunidad para encontrar el camino de en medio que España ha negado" a Cataluña.