Los manifestantes que persiguen la caída del Gobierno de Tailandia, más conocidos como los "camisas rojas", desfilaron hoy por Bangkok con los ataúdes de los compañeros que murieron en los choques del fin de semana con las fuerzas de seguridad.

Los féretros con los cadáveres de dos de los "mártires" de las protestas, a la vista de todos sobre un camión, abrían la caravana fúnebre que se prolongaba durante unos kilómetros.

Desfilaban a continuación 16 vehículos con cajas vacías, adornadas con guirnaldas, banderas rojas y enseñas tailandesas, en representación de las otras víctimas.

Grupos de espontáneos salían al paso de la marea roja a vitorear a los miles de miembros del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, la plataforma que sigue los designios del ex primer ministro Thaksin Shinawatra.

"Nunca negociaremos con asesinos. Es nuestra obligación honrar a los que murieron por la democracia en este país", destacó Jatuporn Prompan, uno de los dirigentes del Frente Unido, que busca la convocatoria de elecciones inmediatamente.

El sábado pasado, 21 personas murieron y más de 850 resultaron heridas cuando manifestantes, antidisturbios y soldados iniciaron una batalla campal justo al lado de la turística calle de Khao San.

Perdieron la vida cuatro militares, 16 "camisas rojas" y un camarógrafo japonés de una agencia de noticias internacional que, casado y con dos hijos, informaba expresamente de estas protestas, que comenzaron el 14 de marzo.

Las autopsias practicadas a once de los muertos y difundidas hoy revelaron que uno falleció de un ataque cardíaco, nueve de heridas de bala en la cabeza o el corazón disparadas por carabina y la última corresponde al camarógrafo nipón y cuyo resultado las autoridades mantienen en secreto de momento.

Ocupadas las calles de Bangkok por la procesión de la marea roja, el primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, del Partido Demócrata, se dirigió a la nación por los canales de televisión estatales para acusar a un tercer grupo, que no identificó, de haber iniciado los tiroteos.

"Terroristas utilizaron a los manifestantes para crear los graves disturbios. Una vez que los hayamos identificado, nos encargaremos de que asuman la responsabilidad de lo que han hecho", dijo Vejjajiva, quien anunció la creación de una comisión para investigar lo ocurrido.

Miles de manifestantes continúan acampados en un cruce cercano al antiguo Palacio Real y en el distrito comercial de Bangkok, donde la mayoría de las tiendas de lujo y restaurantes llevan cerrados por segunda semana.

Puea Thai (De los tailandeses), el principal partido de la oposición, pidió hoy celebrar elecciones en tres o seis meses, en vez de los nueve que el Gobierno propuso sin éxito a los "camisas rojas".

El jefe del Ejército, el general Anupong Paochinda, también se mostró favorable, por primera vez, de recurrir a las urnas si no aparecían soluciones a la crisis política.

"La disolución del Parlamento reducirá la tensión durante un tiempo, pero no resolverá los enfrentamientos políticos y el problema fundamental del consenso para gobernar", opinó Charnvit Kasertisiri, ex rector de la Universidad de Thammasat.

Aunque sin citar expresamente su nombre, varios académicos coincidieron en un debate televisado que el presidente del Consejo de Estado, Prem Tinunlasonda, es la única persona con autoridad para negociar con Shinawatra una salida.

Pocos esperan la mediación del rey Bhumibol Adulyadej a sus 82 años, como en anteriores situaciones críticas en el país.

La mayoría de las embajadas recomiendan a sus ciudadanos que no viajen a Tailandia, mientras China ha cancelado 40 vuelos chárter para personas que iban a celebrar el Año Nuevo tailandés.

El mercado bursátil de Bangkok descendió hoy un 3,64 por ciento a causa de la preocupación de los inversores por el cariz violento que han tomado la movilización antigubernamental y por las fiestas del nuevo año que empieza mañana.

Esta crisis política se remonta al golpe de estado que derrocó a Shinawatra en 2006, defenestrados tras ser acusado de corrupción y nepotismo.