Príncipes de las profundidades
Cinco acuarios especialmente recomendables para un fin de semana con niños. Un universo en el que tiburones toro, pirañas y túneles submarinos son los mágicos protagonistas.
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¿Qué cosa puede haber más atractiva para los pequeños de la casa que navegar entre tiburones, pasar de un océano a otro mientras caminas y comprobar que las focas, de cerca, son tan simpáticas como siempre habían parecido? Todas estas experiencias, y muchas otras para las que habría que crear un nuevo reportaje, son las que permiten experimentar los acuarios. Lugares hechos a la medida de los niños en los que gritar de emoción y tocar todo lo que se mueve alrededor no está prohibido, sino que se exige. Conocemos cinco repartidos por diversas partes de España que sin duda asegurarán un plan familiar de éxito.
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ACUARIO FLUVIAL DE ZARAGOZA
Imagina sumergirte en un tanque bautizado como Río del Mundo y bucear con especies fluviales de los cinco continentes. O pasar una noche durmiendo rodeado con anacondas del Amazonas, pirañas, arapaimas, cocodrilos del Nilo, caimanes del Darling... No estás soñando: el Acuario Fluvial de Zaragoza, el más grande de Europa, permite vivir estas y muchas otras experiencias en el recinto de lo que fue la Exposición Universal de 2008.
ACUARIO DE GIJÓN
Es casi un recién llegado, pero sus tiburones toro, con casi tres metros de longitud, se han convertido ya en el centro de todas las miradas. Deben compartir protagonismo, eso sí, con más de cinco mil animales, entre los que se cuentan tortugas verdes y bobas, pingüinos, salmones, esturiones... Un sinfín de especies que pueblan los 60 acuarios de agua dulce y salada que posee y que recrean la vida en los ríos asturianos, la costa Cantábrica, el mar Caribe, los océanos Pacífico, Índico y Atlántico y el mar Rojo. Los más curiosos pueden pasarse por la zona "toca toca", en la que es posible sentir en los dedos el tacto de estrellas de mar y pequeños peces.
OCEANOGRÁFICO DE VALENCIA
Una cena entre peces, una mirada a los movimientos bajo el agua de los pingüinos del Antártico, una sesión de circo inesperada con las acrobacias de los delfines en uno de los mayores delfinarios del mundo y la posibilidad de convertirse en "entrenador" de leones marinos por un día... En el Oceanográfico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia las posibilidades son infinitas y el aburrimiento ha sido definitivamente desterrado.