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El príncipe Carlos se opuso a la guerra en Irak

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El príncipe Carlos se opuso firmemente a la guerra en Irak lanzada por el ex primer ministro británico Tony Blair y el ex presidente de EEUU George W. Bush, según asegura hoy "News of the world".

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De acuerdo con el periódico, el heredero al trono británico intentó persuadir a políticos británicos e incluso viajó a países árabes para promover su punto de vista de que una guerra no haría más que exacerbar los problemas de la región.

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En su opinión, la fuente de los conflictos en Oriente Medio es la situación entre Israel y los palestinos.

Según el rotativo, que cita fuentes cercanas al príncipe, Carlos tuvo acceso a los mismos documentos confidenciales de los servicios secretos que Blair, y sobre esa base concluyó que no había razones para una invasión.

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El príncipe rompió la tradición real de no interferencia e hizo una campaña activa para intentar detener el plan de Blair, a quien se refería jocosamente como "nuestro glorioso líder".

"El príncipe pensaba que Blair se equivocaba y dejó clara su posición a políticos y gente influyente -declaró al periódico una de las fuentes-. Creía que sería un desastre enviar a nuestras tropas, y se demostró que tenía razón".

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"News of the world" señala que la posición del príncipe y las gestiones que hizo en su momento pueden ser un material relevante para la investigación que se lleva a cabo actualmente en el Reino Unido sobre las circunstancias que llevaron a la guerra.

En esta pesquisa, dirigida por el ex alto funcionario John Chilcot, debe declarar en las próximas semanas Tony Blair, quien últimamente ha afirmado que, independientemente de la ausencia de armas nucleares en Irak -razón esgrimida para el ataque-, éste se hubiera justificado por el derrocamiento del presidente Sadam Husein.

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El ex primer ministro conservador John Major declaró ayer en una entrevista que cada vez hay más indicios de que la guerra contra el país árabe perseguía en realidad un cambio de régimen, lo que, en su opinión, es una razón "inadecuada" para atacar a un Estado.

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