Un preso acusa al MI5 de participar en su tormento
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Los servicios de inteligencia británicos no se han olvidado de Rangzieb Ahmed, un preso condenado en Reino Unido a cadena perpetua por dirigir una célula terroristade Al Qaeda.
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Primero le vigilaron en Manchester. Luego, siguieron sus pasos hasta Pakistán, donde Ahmed fue detenido y torturado por los servicios de inteligencia paquistaníes. Los agentes del MI5 le interrogaron allí y tuvieron que apreciar las consecuencias de los malos tratos: le habían arrancado tres uñas de su mano izquierda.
Era un caso habitual de reparto del trabajo: los británicos pasaban a los paquistaníes las preguntas que querían que Ahmed respondiera. Estos últimos se ocupaban del trabajo sucio. El preso fue finalmente deportado a Reino Unido y juzgado.
La apelación de su sentencia está a punto de celebrarse y el MI5 intenta borrar las huellas. Rangzieb Ahmed afirma que le han visitado en prisión para ofrecerle dinero o una reducción de la sentencia si retira la denuncia de torturas.