El PP acusa a la oposición de estar detrás de las manifestaciones

"La Generalitat [valenciana] no ha recortado en Educación". Esto es lo que sostiene el PP en un argumentario interno, al que ha tenido acceso Público, en el que marca la línea que deben seguir sus políticos sobre las manifestaciones que tienen lugar estos días en Valencia. Según recogen, "los únicos ajustes realizados han afectado a los complementos de los sexenios de algunos profesores, lo que no afecta ni a los alumnos ni a la calidad de la enseñanza pública".

Asimismo, en el documento los conservadores hablan de "instrumentalización política" de las manifestaciones. "Hemos visto estos días cómo detrás de las protestas están los partidos de la oposición al gobierno de la Generalitat valenciana".

Esta mañana, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, apenas se manifestó sobre lo sucedido el Valencia. Tan solo se limitó a pedir "serenidad y responsabilidad" e instó a actuar "con mesura y sentido común" para no dañar la imagen de España". "Todo el mundo tiene derecho a manifestarse y la Policía a cumplir su función; si todos actúan con mesura y sentido común, este tipo de cosas no se van a repetir, y ojalá, porque es lo mejor para España", dijo.

"Las protestas son legítimas y deben tener un cauce pacífico". La frase es de la delegada del Gobierno en el País Valencià, Paula Sánchez de León. La ha pronunciado este martes en rueda de prensa para explicar la represión policial de ayer sobre los estudiantes valencianos. Asimismo, Sánchez de León también ha exculpado a su despacho de la violencia policial, arguyendo que ninguna orden salió desde la Delegación: "Las decisiones se toman desde la calle según criterios policiales".

Pese a considerar que las protestas son legítimas, la política conservadora es de la opinión de que el derecho a manifestarse debe tener sus "límites", y estos deben estar marcados, en el caso de las comunidades autónomas, por las Delegaciones del Gobierno. Así lo expresó hace un año cuando todavía era portavoz del Consell valenciano. Entonces, Sánchez de León, en respuesta a una pregunta sobre el desalojo de los indignados de la plaza Catalunya de Barcelona, afirmó que el derecho a manifestarse es "un derecho subjetivo de los ciudadanos" pero tiene un "límite" y solo puede puede ejercerse "en cuanto no colisione con los derechos de otros".