La Policía expulsa de sus viviendas a las familias refugiadas en la Corrala Utopía
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Las familias de la Corrala Utopía han abandonado ya las viviendas que habitaban sin título alguno en los números 2, 4 y 6 de la avenida de las Juventudes Musicales, propiedad de una entidad bancaria, en la capital hispalense, después de que a primera hora de la mañana de este domingo la Policía Nacional haya comenzado la operación de desalojo forzoso, tras lo que se han producido momentos de tensión entre los afectados y los agentes. Momentos después se han encerrado en la Catedral de Sevilla, tras haber realizado una marcha a pie desde el lugar del desalojo.
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Así, fuentes de la Corrala han informado que pretenden mantener el encierro en el templo "mientras no les propongan una solución". Y es que, como han alertado, "estamos en la calle, nos han echado de las viviendas y ahora no tenemos a donde ir". "Nuestras opciones son pasar la noche al relente o en la Catedral", han asegurado los afectados, quienes han insistido en que "no se van a ir de la Catedral hasta que no lleguen a un acuerdo las administraciones y les den una solución".
Fuentes presenciales han explicado que habrían sido desalojadas unas 25 personas aproximadamente del interior del edificio ocupado, del que incluso han descolgado un par de los carteles que tenían expuestos en los balcones. A la salida de las familias, se ha originado un tumulto entre un grupo de unas 50 personas y los agentes hasta allí desplazados cuando una mujer ha intentado sentarse en mitad del paso de peatones para cortar el tráfico rodado. Y es que unas 20 personas han cruzado simultáneamente la avenida, si bien la Policía ha intervenido para impedir este extremo.
De esta manera, fruto del tumulto formado, se han producido empujones entre los afectados y los agentes, creándose momentos de tensión importantes, ya que la Policía ha llegado a decir: "Gracias a Dios han conseguido desalojarlos de una vez". De hecho, un joven ha sido retenido cuando merodeaba el cordón policial con intención de expresar su protesta, al tiempo que dos chicas jóvenes han mantenido un forcejeo leve con los policías.
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Hasta el lugar han acudido más de un centenar de personas para mostrar su apoyo a estas familias por la situación que están sufriendo y se han escuchado gritos de "vergüenza, un desalojo, otra ocupación", así como reproches e insultos a la Policía.
El edificio se encuentra acordonado con vallas de metal, y la Policía Local impide el tráfico rodado, sentido a la ciudad, es decir, en dirección contraria a la Cartuja. El operativo establecido ha estado compuesto por unos 13 furgones de la Policía Nacional, dos ambulancias y un dispositivo de la Empresa de Limpieza Pública de Sevilla (Lipasam).
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Los vecinos han ido abandonando el edificio con sus pertenencias y han subrayado que no se les ha ofrecido una solución alternativa, salvo un alojamiento temporal en un albergue del Ayuntamiento que han rechazado: "Prefiero un colchón, lo echas en cualquier lado y duermes", ha afirmado Toñi Rodríguez, una de las desalojadas junto a sus padres y su hija. Rodríguez ha mostrado su sorpresa por esta actuación y ha explicado que para antes del próximo día 13 esperaban algún resultado de las negociaciones que Junta y Ayuntamiento estaban manteniendo para buscar una solución tras la orden judicial de desalojo, cuya suspensión había sido solicitada por la administración autonómica.
Carmen Ferrer, otra de las ocupantes del bloque junto a sus hijos, ha insistido en que se han visto "sorprendidos", puesto que las autoridades les habían trasladado que iban a respetar la situación actual "mientras estuvieran negociando".
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El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Sevilla, José Manuel García, —única autoridad que ha acudido al desalojo— ha lamentado que se haya optado por "la peor alternativa posible, que es echar a una treintena de familias a la calle", sobre todo cuando las negociaciones para buscar una solución "iban por buen camino". Según ha indicado, el pasado viernes se produjo una reunión y mañana lunes había otra prevista, por lo que ha considerado "increíble que se haya optado por esta nefasta alternativa" y ha acusado tanto al alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido (PP), como a la subdelegación del Gobierno de "no estar demasiado por la solución de los problemas".
Tras recoger todas sus pertenencias, los vecinos desalojados se han trasladado a pie hasta el Ayuntamiento de Sevilla para protestar por su situación, antes de decidir nuevas actuaciones.
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