La Policía Nacional se ha incautado de 11.000 kilos de hachís en un garaje subterráneo en Sevilla, el mayor alijo que se ha intervenido de esta sustancia en la capital hasta el momento, y ha detenido a dos personas relacionadas con su distribución y venta.

Según ha informado hoy este cuerpo policial en una rueda de prensa, la droga fue intervenida ayer por la tarde cuando agentes de la Policía Nacional estaban siguiendo a Juan M.R. de 30 años, y Benjamín R.R. de 32, quien tenía antecedentes por tráfico de drogas y una orden de busca, captura e ingreso en prisión que constaba en vigor en Huelva.

La operación policial se inició cuando se detectaron los movimientos y desplazamientos "sospechosos" que iniciaron los dos detenidos tras su encuentro en sus vehículos, momento en el que los policías los siguieron hasta los aparcamientos subterráneos del edificio Hércules en la avenida de la Innovación de Sevilla Este.

Allí fueron sorprendidos con un fardo de arpillera de 30 kilogramos y numerosas tabletas de hachís en su interior que sacaban en ese momento de uno de los trasteros.

Tras las detenciones de los sospechosos, que residen en Sevilla, los trasteros fueron registrados y se hallaron mil kilogramos de hachís en uno y otras diez toneladas en otro colindante, dispuestos en 361 fardos de 30 kilos y preparados para su distribución, que alcanzaría en el mercado de la droga un valor estimado en 16 millones de euros.

La Policía ha informado de que se trata de una organización encargada de abastecer con esta droga a la provincia y al resto de España y Europa, ya que tenían bases para su distribución en diversas ciudades, y el transporte se realizaría con camiones.

El hachís llegaba a Sevilla en camiones procedentes de Algeciras, que a su vez habrían llegado desde el norte de África.

Los detenidos serán puestos a disposición de la Autoridad Judicial, aunque las investigaciones continúan abiertas y la policía no descarta más detenciones en las próximas horas.