Los piratas abren vías de solución al secuestro
Trasladan a bordo a los tres rehenes que habían llevado a tierra el jueves. Sus captores piden siete millones de euros por el rescate
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La dramática teatralidad de la última coacción de los secuestradores del Alakrana apenas ha durado 24 horas. Después de avivar la angustia de los familiares de la tripulación desembarcando a tres marineros entre amenazas de muerte, sus captores los devolvieron ayer a bordo. Este gesto confiere "una mayor tranquilidad" al secuestro, según el ministro de Exteriores. Miguel Ángel Moratinos señaló que los tres tripulantes "están bien" al anunciar su regreso al barco , noticia que trasladó el primer ministro somalí al embajador español en Kenia, que encabeza las gestiones diplomáticas sobre el escenario del secuestro.
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Este giro esperanzador en la captura del atunero vasco, apresado en aguas del Índico el pasado 2 de octubre con 36 tripulantes a bordo, refleja que la vía diplomática "avanza", según explicaron a Público fuentes del Ejecutivo involucradas en la resolución de la crisis, que agradecen la implicación de Somalia y anuncian que el desenlace del secuestro podría acercarse.
De la Vega califica de "penosas y lamentables" las críticas del PP
Dado que los captores del Alakrana cotizan en el mercado del miedo, la presión que ejercen sobre sus víctimas es su forma de aumentar el valor de sus acciones. Las amenazas elevan el precio que exigen a cambio de la libertad de sus rehenes. Los servicios de Inteligencia enmarcan en esta lógica criminal los últimos movimientos registrados en relación con la captura del buque.
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Las mafias que retienen al pesquero han duplicado la cantidad reclamada como rescate, según confirmaron a este diario fuentes conocedoras de la negociación. Antes del último repunte dramático del secuestro, los piratas habían pedido cinco millones de dólares (3,5 millones de euros). Cuando el acuerdo estaba cerrado, multiplicaron esta cantidad hasta llegar a los diez millones (siete millones de euros).
El Gobierno asegura que la tripulación "se encuentra bien"
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Diferencias en el reparto del botín surgidas entre los distintos clanes del abordaje que participan en el secuestro han elevado la cifra. Sus desavenencias han provocado el endurecimiento de las condiciones del apresamiento, rebajado ayer con el regreso al Alakrana de los tres rehenes un vasco y dos gallegos .
Alrededor del pesquero, efectivos de los países de la UE integrados en la operación Atalanta contra la piratería mantienen sus ojos abiertos sobre el escenario de la crisis por tierra, mar y aire. Sus observaciones permitieron ayer a la vicepresidenta primera del Gobierno afirmar con rotundidad que "la tripulación se encuentra bien, dentro de la difícil situación" que atraviesa.
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El Alakrana permanece fondeado frente al puerto franco pirata de Haradere. En el trabajo encaminado a liberarlo "predominan las gestiones diplomáticas", según admitió De la Vega, sólo horas antes de conocerse el retorno a bordo de los tres marineros conducidos a tierra un día antes. La vicepresidenta reiteró el mensaje central del Ejecutivo en relación con esta crisis: que se resuelva "sin ningún riesgo para la vida de la tripulación".
Entretanto, las críticas del PP a la gestión en torno al Alakrana irritaron sobremanera al Ejecutivo, acostumbrado a asumir los reproches como inevitables gajes del oficio de gobernar. En esta ocasión, sin embargo, el tono de las invectivas de los conservadores espoleó la habitual contención de la vicepresidenta primera cuando se pronuncia en calidad de portavoz del Ejecutivo y en la sede de Presidencia.
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De la Vega tachó de "penoso y lamentable" que el PP "pretenda desgastar al Gobierno aprovechándose del dolor de las víctimas" y le reclamó empatía institucional: "Han gobernado, es exigible que entiendan lo delicado de la situación", dijo, para justificar que le resulte "penosa su deslealtad".
Las criticas del PP no son nuevas. Han interrogado al Ejecutivo en el Parlamento en relación con el secuestro del pesquero vasco, actitud que desde Vicepresidencia señalan que es inédita en el resto de la UE, donde la oposición evita hacer política con los abordajes al menos hasta que se libera a los barcos capturados.
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Antes de aligerarse la presión alrededor del secuestro, la dirección conservadora embridó los reproches pronunciados el pasado jueves, cuando uno de sus portavoces acusó al Gobierno de tener una "debilidad absoluta" frente a los "terroristas". La responsable de Organización del PP, Ana Mato, expresó en cambio su apoyo "al cien por cien" al Ejecutivo para solucionar cuanto antes el secuestro y emplazó cualquier petición de explicaciones al momento en el que sean liberados los rehenes.