Persecución por la izquierda
Agarrado a Guti y ante el Valencia de Silva, el Madrid desea aprovechar el traspié del Barça
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Con el gol del Almería y la Liga prácticamente perdida, Pellegrini se recostó de pie en el banquillo. El Madrid estaba jugando bien, pero el chileno gastaba el rostro y la mirada de la impotencia del entrenador. Esa resignación que les condena como meros espectadores de lo que sucede en el campo porque los partidos son pertenencia activa de los jugadores. La reactivación anímica le vino por la izquierda. Cristiano y Van der Vaart, con dos zurdazos que valieron tres puntos, y Guti, protagonista principal de que el Madrid "se asociara más que en ningún otro partido", en palabras de Valdano.
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A la asociativa pierna izquierda de Guti se vuelve a agarrar esta noche Pellegrini para recibir al Valencia, que siempre genera ruidos incómodos en el Bernabéu. La apuesta por el 14 no responde al mero trámite de sumar los tres puntos en la carrera hacia los 98, el pleno en lo que queda de campeonato. "Es una puntuación muy alta de dos equipos que son goleadores y han peleado todo el año cada punto", dijo ayer Pellegrini, que reconoció no tener "previsto" ver el derbi catalán. Su continuidad, además del título, también depende de lo que el fútbol del Madrid sea capaz de llenar al Bernabéu en este exigente final. Por eso la zocata de Guti es vital. Cuando las lesiones y sus salidas díscolas le han permitido ser alineado, ha dibujado los mejores momentos del Madrid. A sus 33 años, y aunque ha tenido arranques de sudor partidos como el del Lyon, su precisión le da para jugar andando porque la movilidad de Cristiano e Higuaín le abren mucho el ojo.
Hoy es noche de zurdos, con todo lo que ello supone en términos de estética e ingenio, porque el Valencia también expone de inicio al deseado Silva y a Mata o Vicente. Éste ha recobrado la alegría del regateador, que no es otra que sentirse imparable. Los tres forman parte de la propuesta de Emery: sobrealimentar a Villa de ocasiones. La presencia del asturiano siempre aumenta el morbo. Lleva un par de temporadas rozando su aterrizaje en el Madrid. La estadística no admite comparación alguna con Benzema, que fue el elegido por Florentino. Tampoco aguantan la comparativa el ansia competitiva y goleadora que retratan a Villa y la melancolía que ha desahuciado al francés. Al menos, él si estará en la lista, algo que Kaká no ha logrado una semana más.
Villa amenaza a la defensa del Madrid, que se despistó ante el Barça y el Almería. A Emery también le preocupa la suya por las bajas sólo dispone de cuatro defensas y por los "13 goles encajados en las últimas cuatro salidas".