El periodismo crítico, víctima de la violencia en Montenegro
La Organización de Medios del Sureste de Europa vincula directamente las agresiones a periodistas con su trabajo en temas de corrupción y criminalidad
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Investigar la corrupción política y publicar noticias sobre el crimen organizado puede salir muy caro a los periodistas de Montenegro, un país balcánico que aspira a entrar en la Unión Europea y donde numerosos ataques contra la prensa siguen impunes.
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Lidija Nikcevic, redactora del diario "Dan", crítico con el Gobierno, ha sido la última víctima de una serie de ataques que de hecho nunca ha dejado de suceder a lo largo de la última década.
La reportera tuvo que ser atendida en el hospital tras recibir el pasado día 3 de enero varios golpes en la cabeza por parte de un enmascarado que la atacó cerca de la oficina de su diario en la ciudad de Niksic, sobre cuyas autoridades municipales Nikcevic ha escrito varias informaciones críticas.
De momento, no hay detenidos. Tampoco los hubo por el ataque con bomba contra la redacción del diario "Vijesti", en Podgorica, el pasado 26 de diciembre. Ni por el atentado con explosivos el pasado agosto contra la casa del periodista Tufik Softic, que escribe sobre el crimen organizado y la corrupción en Montenegro.
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"Los problemas empezaron en 2004, cuando mataron a un periodista. Aún no sabemos quién ordenó el asesinato, quién estaba detrás de ese caso", denuncia en Viena el secretario general de la Organización de Medios del Sureste de Europa (SEEMO), Oliver Vujovic.
"Los problemas empezaron en 2004, cuando mataron a un periodista" Se refiere a Dusko Jovanovic, fundador y director del diario "Dan", que fue tiroteado en mayo de 2004 cuando salía del periódico. Cinco años después, una persona fue condenada a 30 años de cárcel por complicidad en este asesinato, pero siguen sin conocerse la identidad de quién apretó el gatillo ni los móviles del crimen.
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El SEEMO vincula directamente las agresiones a periodistas con su trabajo en temas de corrupción y criminalidad.
"Parece bastante evidente que los hechos ocurrieron por las investigaciones periodísticas, como el caso del reportero que fue golpeado días después de que se publicara un reportaje suyo sobre algunas irregularidades y prácticas mafiosas en el mundo del deporte", asegura Vujovic.
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Tras el ataque contra Nikcevic, las asociaciones de periodistas de Montenegro han amenazado con ir a la huelga para que las autoridades les den más protección y aclaren quién está detrás de los ataques.
Distintas organizaciones civiles denuncian que la falta de contundencia contra las agresiones genera una sensación de impunidad que genera más violencia y busca asfixiar la libertad de expresión.
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Pero aparte de la agresión física, los ataques a la prensa incómoda tienen otro frente en el terreno económico de este diminuto país, de unos 600.000 habitantes y que se independizó de Serbia en el año 2006.
"Los métodos de presiones van desde ataques y emboscadas frente a las redacciones hasta la extenuación, por así decirlo, financiera, con numerosas multas que desde hace diez años pagamos por diferentes acusaciones de funcionarios gubernamentales", critica Nikola Markovic, redactor jefe adjunto en "Dan". Sólo este diario acumula, según Markovic, un millón de euros en peticiones de indemnización por supuestos agravios.
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"Afortunadamente, hace más de un año que fue abolido el delito de calumnia, pero los métodos de presiones pasan de las denuncias a la calle", advierte a Efe por teléfono este periodista, presidente de la comisión que se acaba de crear para investigar estos ataques.
Estos ataques pueden dañar las negociaciones de entrada en la UE Markovic no da nombres, pero señala que los únicos medios que son blanco de ataques son aquellos que publican informaciones críticas con el poder y quienes denuncian los vínculos entre mafias y las autoridades locales.
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"Lidija Nikcevic escribía sobre los asesinatos y el crimen organizado, de modo que veo su periodismo de investigación como el motivo de los ataques contra ella y otros colegas", sentencia.
Aunque las autoridades del país no dudan en condenar los ataques, lo cierto es que pocos casos han llegado a sede judicial.
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Tras la agresión del pasado día 3, el presidente del Parlamento, Ranko Krivokapic, advirtió de que "sin la libertad de prensa y sin un ambiente seguro para su trabajo, Montenegro se irá alejando cada vez más de su vía euroatlántica".
De hecho, la misión de la UE en Montenegro ha advertido de que estos ataques pueden dañar las negociaciones de entrada en el club comunitario, lastradas ya por el elevado nivel de corrupción y crimen organizado en el país balcánico.