Pekín ejecuta a dos condenados por adulterar leche infantil
La presidenta de la principal empresa láctea fue condenada a cadena perpetua
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El Gobierno chino castiga con la muerte el fraude. Dos personas fueron ejecutadas ayer por su implicación en el escándalo de la leche infantil contaminada con melamina, que causó la muerte de seis bebés e hizo enfermar a más de 300.000 niños en 2008.
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El escándalo de la leche en polvo adulterada con melamina una substancia química utilizada en el sector plástico que, al ser agregada a la leche, permite aumentar artificialmente el valor proteico del producto estalló a finales de agosto de 2008, justo después de los Juegos Olímpicos de Pekín, desencadenando una auténtica caza de brujas.
A pesar de haber sido acusada de silenciar el escándalo para no estropear los Juegos, la Policía detuvo a 21 personas, dos de ellas condenadas a muerte en enero. Se trata de Zhang Yujun, acusado de "poner en peligro la seguridad pública", y Geng Jinping, condenado por haber producido y comercializado alimentos tóxicos. Ambos fueron ejecutados ayer en Shijiazhuang, capital de la provincia de Hebei, donde se encuentra la sede de la principal empresa láctea afectada por el escándalo, Sanlu, hoy en bancarrota.
Esta compañía, participada por la multinacional neozelandesa Fonterra, era entonces la compañía líder en el mercado de leche infantil china. Sus productos adulterados provocaron graves problemas de riñón a centenares de miles de niños. Los dos ejecutados, mediadores del sector alimentario, fueron acusados de producir y vender más de 600 toneladas de leche mezclada con melamina a las empresas lácteas entre 2007 y agosto de 2008.
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La presidenta de Sanlu, Tian Wenhua, logró librarse de la pena de muerte, a pesar de la presión popular de miles de afectados, que la veían como principal responsable. Tian, acusada de fabricar productos adulterados, recibió la cadena perpetua.
Miles de padres han vivido con frustración la imposibilidad de denunciar a la empresa para poder reclamar indemnizaciones justas.