El 19 de marzo fue la fecha límite impuesta por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para que patronal y sindicatos pacten la reforma de la negociación colectiva. Sin embargo, y en contra de la tónica de este tipo de negociaciones que siempre llegan al tiempo de descuento, los agentes sociales están acelerando las conversaciones, con la mirada puesta en cerrar un pacto antes de la Cumbre de líderes de la UE que se celebrará el 11 de marzo o, en su defecto para el Eurogrupo que tendrá lugar el 14 de marzo.

'Se trata de evitar en lo posible que las discusiones del Pacto de Competitividad sobre salarios y productividad contaminen la negociación', afirma una de las partes que se sienta en la mesa. Según los interlocutores, hasta ahora la presión de Alemania para que España desligue los sueldos de la inflación, y de la que se han hecho eco organismos como el Banco de España, no ha calado en las conversaciones. Ni patronal ni sindicatos están interesados en introducir en las conversaciones una nueva fórmula para actualizar los salarios.

La flexibilidad que se imprima al marco para negociar los convenios permitirá que las subidas salariales se fijen o no en las empresas. Por el momento, los sindicatos abogan por seguir apostando por un modelo de convenios sectoriales y autonómicos, en los que se fijen los criterios salariales, lo que perpetuaría en gran parte el sistema de formación de salarios que ha regido en la última década en España, es decir, tomar la inflación prevista más la productividad.

Además, los sindicatos ultiman una propuesta para presentar en la mesa de negociación que reforzaría el 'deber de negociar' un nuevo convenio una vez que finalice el que está vigente, según un documento al que tuvo acceso Europa Press. En la propuesta, UGT y CCOO piden que haya 'consecuencias' si se incumple el deber de negociar. Esta medida sería la alternativa a la petición de la patronal de acabar con la ultraactividad, esto es, que cuando un convenio caduca se renegocie el siguiente desde cero.