El vicedirector del IREC, Pablo Ferreras, es experto en conservación del lince ibérico. Hace casi un decenio fue autor de un borrador para el Plan de Recuperación de esta especie en la comunidad andaluza.

¿Qué opina del traslado de linces de Sierra Morena a Doñana?
Doñana se encuentra en una situación bastante crítica, así que es positiva la entrada de individuos de otras poblaciones. Ha habido un seguimiento bastante directo de la leucemia felina, se ha evaluado la mayoría de los ejemplares y parece que el tema está bastante controlado. Los atropellos son otra cuestión. No sé hasta qué punto se están poniendo en marcha todas las medidas para evitar este tipo de accidentes.

¿Erradicar la leucemia felina de Doñana es una utopía?
Es imposible controlarla del todo, porque no se puede erradicar toda la población de gatos domésticos. Pero el beneficio de la traslocación desde el punto de vista genético debe compensar el riesgo que supone la existencia de leucemia.

En la conservación del lince, ¿se puede hablar de fracaso?
Sí, es un fracaso hasta ahora si atendemos a resultados a grandes rasgos. El problema es que se ha tardado mucho en reaccionar. Ahora sí se están aplicando medidas efectivas, como la recuperación de las poblaciones de conejos. También se está invirtiendo para reducir la mortalidad por atropellos, aunque no lo suficiente. Es una situación compleja y muchas veces es necesario tomar medidas polémicas, como el traslado de linces. Quedarse parados equivale a dejar que la naturaleza actúe y el lince, posiblemente, se extinga.

¿Se dedica poco dinero a la investigación?
Podría ser peor. La Junta de Andalucía ha hecho una importante inversión para la gestión del lince. Además, ahora se cuenta con una base de investigación que no existía hace 15 años. Pero todavía no sabemos bastante sobre qué medidas son mejores para conservar su hábitat o cómo mejorar la población de conejos.

¿Hay comunidades que se están quedando atrás?
En su día, Castilla y León se escudó en que no tenía linces para no emprender medidas. Pero no hace falta que existan vídeos para trabajar en la conservación del lince. En Castilla-La Mancha también se decía que no había ejemplares, y sí que hay.