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La OTAN descarta anticipar la salida de Afganistán y ultima su plan pos-2014

EFE

Los últimos ataques talibanes no harán variar en ningún modo la estrategia de salida de Afganistán por parte de la OTAN, según recalcaron hoy los aliados, que ultiman su papel en el país para una vez que se complete la retirada, en 2014.

"Hay un compromiso claro de mantener el plan y la estrategia (...) y de terminar el trabajo en Afganistán", aseguró el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, al término de una reunión de la organización en Bruselas.

El mensaje de la OTAN llega pocos días después de que una serie de ataques en el corazón de Kabul renovasen la amenaza de la insurgencia y tras el anuncio de Australia -que no es miembro de la Alianza pero que coopera en Afganistán- de que retirará sus tropas el próximo año, sin esperar a 2014.

En el primer caso, todos los responsables aliados que se pronunciaron hoy subrayaron la respuesta de las fuerzas de seguridad afganas a los atentados del fin de semana como una muestra de su creciente preparación y de que la estrategia está funcionando.

"Los ataques en Kabul nos muestran que la amenaza sigue ahí, pero que la transición puede funcionar", explicó la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, quien recordó que hace sólo un par de años el Ejército y la Policía del país no habrían podido afrontar algo así.

En el caso australiano, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, aseguró que el anuncio del Gobierno entra dentro de la estrategia aliada, pues el traspaso de las responsabilidades de seguridad a las tropas afganas en la zona que ocupan los soldados oceánicos permitirá el repliegue ya en 2013.

La noticia, sin embargo, ha sorprendido a países como Alemania, cuyo ministro de Defensa, Thomas de Maizière, aseguró que ese plan no era el que había transmitido Australia en el pasado.

Mientras se esmera en recordar que la estrategia de aquí al fin de 2014 se mantendrá, la OTAN avanza al mismo tiempo en sus planes para después de esa fecha, que pretende aprobar el próximo mes en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que celebrará en Chicago (Estados Unidos) el 20 y 21 de mayo.

Según aseguró hoy Rasmussen, hay un "creciente consenso" para la puesta en marcha de una nueva misión aliada centrada en el entrenamiento de fuerzas afganas, que sustituiría en 2015 a la actual Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad, ISAF.

Los detalles de la misma se definirán en Chicago, donde principalmente los países deben decidir los medios que le dedicarán y si junto a las labores de formación se mantiene un número de tropas de combate.

Estados Unidos y Reino Unido, según fuentes aliadas, desean dejar en Afganistán fuerzas especiales que puedan trabajar en operaciones antiterroristas, ya sea en el marco de la OTAN o fuera de él.

A priori, se considera que esos dos países y quizás Australia serían los únicos dispuestos a continuar ese tipo de acciones, aunque el ministro español de Defensa, Pedro Morenés, subrayó hoy que será necesario analizar la situación de Afganistán llegado el momento.

El otro gran dossier afgano que la OTAN llevará a su cumbre de Chicago será el de la financiación del Ejército y la Policía afganos más allá de 2014.

A día de hoy, EEUU se hace cargo de la práctica totalidad de ese multimillonario presupuesto, pero ya ha dejado claro que a largo plazo espera el apoyo del resto de la comunidad internacional.

Aunque Washington seguirá asumiendo hasta la mitad del coste -estimado en unos 4.000 millones de dólares al año entre 2015 y 2018-, se espera que el resto de países presentes en Afganistán aporten hasta 1.000 millones y que otros Estados, especialmente los del golfo Pérsico, hagan lo mismo.

Según avanzó hoy el secretario general de la OTAN, varios aliados han ofrecido ya contribuciones -el Reino Unido ha prometido 110 millones de dólares al año, según anunció hoy-, y en Chicago habrá una "imagen clara" del reparto dentro de la organización.

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