Orientar a los padres mejoraría el sueño de los niños
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Por Genevra Pittman
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Un estudio de Australiasugiere que controlar a los niños para detectar trastornos delsueño y conversar con los padres sobre estrategias para queellos puedan dormir ayudaría a los niños a mejorar elrendimiento escolar.
Los autores hallaron que cuando orientaban a los padressobre buenas prácticas de sueño, los hijos tendían a tenermenos problemas para dormir que los niños de padres sin esaorientación.
El estudio fue pequeño y no demostró que mejorar la calidaddel sueño modificara los logros escolares de los niños duranteel año. Aun así, los resultados revelaron que "los trastornosdel sueño son comunes entre los escolares y que se puedentratar (...) con una intervención conductual breve", resumiópor e-mail Jon Quach, de la University of Melbourne.
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La mayoría de los problemas para dormir en niños de 5 y 6años está asociada a la conducta.
"Algunos tienen malos hábitos de sueño; se acuestan muytarde, no tienen una rutina para ir a la cama, o muchos aúnnecesitan que los padres se queden con ellos para dormir", dijola experta en sueño infantil Jodi Mindell, de St. Joseph'sUniversity, Filadelfia, y que no participó del estudio.
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"A esa edad también aparecen los terrores nocturnos" o laansiedad por empezar la escuela.
El estudio se concentró en ese período de regreso a laescuela e incluyó a los que empezaban la primaria.
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El equipo de Quach entrevistó a 1500 padres de niños queempezaban las clases en 22 escuelas primarias de Melbourne: 161padres dijeron que sus hijos tenían problemas de sueñomoderados o graves. Se reunieron 108 niños para participar delestudio, excluyendo a aquellos con trastornos respiratoriosgraves asociados con el sueño.
La mitad de los padres participantes realizó una consultaprivada en la escuela, seguida de una llamada telefónica a lasdos semanas, para conversar sobre estrategias conductuales paramejorar la calidad del sueño de sus hijos. A la otra mitad nose le brindó ayuda extra (grupo control).
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Al año, los autores volvieron a entrevistar a los padressobre la calidad del sueño de sus hijos. A los seis de laprimera consulta, el equipo evaluó la capacidad de aprendizajede los niños.
Los problemas de sueño disminuyeron en ambos grupos, segúnpublica el equipo en Pediatrics. Pero a los hijos de los padresque habían recibido orientación les fue mejor.
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A los seis meses, el 26 por ciento de los niños de esegrupo y el 47 por ciento del grupo control seguía teniendoproblemas moderados o graves para dormir. Pero, al año, nohabía diferencia y un tercio de ambos grupos seguía contrastornos del sueño.
Los hijos de los adultos que habían recibido orientación seresistían menos a la hora de dormir y se acostaban más rápidoque el grupo control. Pero no hubo diferencia en el buenrendimiento de los tests académicos diseñados para evaluar lacapacidad para leer, hacer cuentas y deletrear.
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El equipo aclaró que el estudio fue pequeño y que senecesitaría un seguimiento de más niños durante más de un año.Según explicaron los autores, la mejoría del sueño demoraría untiempo en traducirse en un mayor rendimiento escolar.
Mindell dijo que "no hay duda" de que este tipo de programafuncione en las escuelas de Estados Unidos, con consejerosescolares o enfermeras a cargo de las consultas. "Es unallamada de atención a docentes y psicólogos escolares: tienenque estar atentos a los problemas del sueño".
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Por ahora, sugirió algunas estrategias.
Los "cambios más simples" incluyen "asegurarse que losniños se acuestan antes de las 21.00; incluir la lectura en larutina para dormir porque calma a los niños, hace que seconcentren y mejora la comprensión; y alentarlos a dormirsesolos".
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Finalmente, hay que asegurarse de no dejar distraccioneselectrónicas en la habitación de los niños. "Desháganse de losGame Boys, de las computadoras y los teléfonos celulares",dijo.
FUENTE: Pediatrics, online 2 de septiembre del 2011.