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La oposición considera inútil la reforma laboral

El PSOE cree innecesaria la normativa tras el acuerdo para la moderación salarial. Los sindicatos lamentan la falta de información

 

DANIEL MEDIAVILLA

Dos días antes de la aprobación de la nueva reforma laboral, pocas cosas concretas se pueden decir sobre ella. Ayer, la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, que compareció en el Congreso para hablar de los planes que tiene para su departamento, sólo concretó lo que no incluirá la reforma.

No habrá minijobs, unos contratos de baja remuneración y un máximo de 15 horas de trabajo a la semana que aplica Alemania y son cubiertos con frecuencia por parados de larga duración y estudiantes. En su lugar, Báñez propuso, como una de las soluciones para luchar contra el paro juvenil, la creación de un contrato estable a tiempo parcial 'con sueldos razonables'. Queda por determinar, qué significa razonable en este caso y quién lo determina.

La ministra asegura que no habrá 'minijobs' ni contrato único

En segundo lugar, descartó la creación de un contrato único y añadió que el Gobierno no se plantea esa posibilidad porque sería 'inconstitucional'. Parece ya parte de otra legislatura aquel 19 de enero en el que el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, escribía en The Wall Street Journal sobre las reformas que necesitaba España. 'Actualmente, tenemos unos 40 contratos de trabajo diferentes. Esto se tiene que simplificar: un único contrato a tiempo completo con cláusulas comunes para todos los nuevos trabajadores y otro para fomentar el contrato a tiempo parcial', decía.

El resto de la comparecencia se ciñó al libro de estilo de la retórica rajoyista. La ministra eludió precisar si la reforma será un anteproyecto o un real decreto ley y arguyó que, por respeto al Consejo de Ministros del viernes, en el que se aprobará la reforma, no podía informar de ella con profundidad. Sí explicó que 'será completa, equilibrada y útil'. Una reforma diría el presidente como dios manda.

Los grupos de la oposición reclamaron más información sobre un documento que el Gobierno va a aprobar este viernes y que no consideran la solución a la crisis que vive España. El diputado socialista Jesús Caldera calificó la intervención de la ministra de Empleo y Seguridad Social de 'decepcionante' por la ausencia de explicaciones sobre cómo será la reforma laboral. Además, en opinión de Caldera, el acuerdo de moderación salarial alcanzado por patronal y sindicatos hace innecesaria una nueva modificación del mercado de trabajo.

Los sindicatos piden a Rajoy que reúna con urgencia a los agentes sociales

El portavoz de Izquierda Plural (IU, ICV-EUiA, CHA), Joan Coscubiela, recriminó a Báñez que hubiese apostado durante su intervención por el diálogo social sin reunirse con los agentes sociales y que no hubiese 'entrado en harina' sobre la reforma laboral que quiere aprobar. 'Pensaba que viniendo aquí me iba a enterar de en qué consiste la reforma', bromeó.

Coscubiela considera el diagnóstico del Gobierno para justificar su reforma laboral 'pura ideología' sin base real. Con la misma legislación actual, 'desde 1995 España ha sido el país que más empleo ha creado en Europa', y aunque desde 2007 se ha destruido mucho trabajo, el 9,3%, 'el país que más empleo ha destruido ha sido Irlanda, con un 13%, precisamente el país con la regulación más liberal'. Tras señalar las diferencias entre los niveles de paro de dos comunidades autónomas como País Vasco (12,61%) y Andalucía (31,23%), que comparten legislación laboral, el diputado concluyó que 'no se puede decir que el problema de la creación de empleo es nuestro marco legislativo'.

'El diagnóstico del Gobierno para aprobar la reforma es pura ideología'

Tampoco le gustó la comparecencia de Báñez al sindicato Comisiones Obreras. Considera 'insólito' que, a dos días del Consejo de Ministros que va a aprobar la reforma laboral, 'los sindicatos ignoren las líneas básicas de la reforma'. Pareciera, añadieron, 'que el Gobierno únicamente esté preocupado de satisfacer las demandas de las instituciones financieras y de Merkel, mientras niega el diálogo y la información a los interlocutores sociales españoles'. En su opinión, Rajoy debe convocar, con carácter de urgencia, a patronal y sindicatos para darles cuenta de sus planes.

Otro de los puntos tratados por Báñez fue la posibilidad de elevar la edad de jubilación. La ministra insistió en que el Gobierno no tiene intención de llevarla más allá de los 67 años, pero sí trabajará para que la edad real de jubilación se acerque a la legal. En este sentido, señaló que más del 50 % de las nuevas jubilaciones se producen antes de los 65 años. Entre otras medidas, se fomentará la prolongación voluntaria de la vida laboral, las prejubilaciones se ceñirán a casos excepcionales y se pondrá freno a la práctica de usar la prestación por desempleo como mecanismo de jubilación encubierta. Ahora, el 25% de los trabajadores que acceden a la jubilación provienen del desempleo. La ministra quiere que todas las cuestiones relativas a jubilación y pensiones se debatan en el Pacto de Toledo.

Báñez anunció también que para reducir el paro juvenil, a finales de marzo, se aprobará en una Conferencia Sectorial el Plan Anual de Empleo 2012, que establecerá una colaboración entre las entidades públicas y privadas. Además, en relación con la formación, las dos novedades adelantadas son la reforma de la Formación Profesional, que se hará en colaboración con el Ministerio de Educación y las comunidades, y la puesta en marcha de una 'cuenta de formación' que acompañará al trabajador durante toda su vida laboral.

Por último, Bañez adelantó que la reforma del mercado de trabajo también tendrá en cuenta las necesidades 'específicas' de autónomos y microempresas, lo que supondrá la eliminación de adelantar el IVA por facturas que no se han cobrado.

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