Obama confía en que se apruebe su reforma sanitaria
"Si no actuamos, 14.000 estadounidenses perderán su seguro médico cada día", asegura
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El presidente de EEUU, Barack Obama, promete que la reforma del sistema sanitario quedará aprobada "este año" y no contribuirá a aumentar el déficit presupuestario del país. Estas declaraciones figuran en extractos de la alocución con la que comenzará una rueda de prensa en horario de máxima audiencia esta noche, que ya ha comenzado a difundir la Casa Blanca.
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Con esta rueda de prensa, la cuarta en horario de máxima audiencia en sus seis meses de mandato, Obama quiere promover el apoyo del público a la reforma sanitaria, una de sus grandes promesas electorales y cuyo respaldo ha disminuido gradualmente entre los votantes y el Congreso.
Según afirma Obama, los cerca de 48 millones de estadounidenses que carecen de cobertura sanitaria "están esperando nuestro liderazgo, y no debemos defraudarles. Aprobaremos una reforma que rebaje los costes, aumente las opciones y aporte una cobertura fiable. Y lo haremos este año".
Uno de los principales argumentos empleados contra la medida es el coste, que algunos analistas han valorado en cerca de un billón de dólares y que los críticos de la reforma creen que puede repercutir muy negativamente en un déficit presupuestario que este mes ya ha superado a su vez el billón de dólares.
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Obama quiere atajar esos miedos al asegurar que "la reforma del sistema sanitario no engordará nuestro déficit en los próximos diez años, y lo digo en serio". Si no se acomete la reforma y se controla el gasto sanitario -la principal partida en el déficit federal, según apuntó- "no seremos capaces de controlar nuestro déficit".
"Si no reformamos el sistema, el coste para ustedes seguirá multiplicándose. Si no actuamos, 14.000 estadounidenses perderán su seguro médico cada día. Estas son las consecuencias de no actuar", sostiene.
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El presidente estadounidense también se refirió a las críticas de algunos republicanos que esta semana aseguraron que si conseguían evitar la reforma supondría una derrota irreversible para él.
"Esto no gira en torno a mí. Yo ya tengo un seguro médico estupendo, como lo tiene cada congresista", asegura Obama, que insiste que "la reforma gira en torno a cada estadounidense que alguna vez ha temido perder su cobertura si contraen una enfermedad demasiado grave, o si pierden o cambian de empleo".
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"Este debate no es un juego", insistió el presidente, que ha visto cómo la pérdida de apoyo a la reforma se ha traducido en un desgaste de su popularidad en distintas encuestas publicadas en los últimos días.