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El nuevo rector de la Complutense reclama una bajada de las tasas universitarias del 60%

Carlos Andradas anuncia que no aplicará el 'decreto 3+2', y cree que "lo ocurrido en la capilla no invalida a Rita Maestre".

Carlos Andradas es el nuevo rector de la Complutense tras imponerse a Santiago Carrillo en las elecciones celebradas hace un mes. Imagen del rector durante la entrevista con EFE.

Evaristo Amado / EFE

MADRID.- Carlos Andradas es el nuevo rector de la Complutense desde el pasado mayo, cuando ganó en las elecciones a Santiago Carrillo para ocupar su cargo durante los próximos cuatro años. Se ponía así al frente de la mayor universidad de España por número de alumnos (77.000), obteniendo el apoyo de los profesores, los investigadores y los alumnos (el respaldo a Carrillo solo fue mayoritario entre el personal de administración y servicios.


Andradas, catedrático de Álgebra, ha lamentado en una entrevista que al menos unos 2.000 alumnos abandonaron el pasado curso por no poder hacer frente a los pagos de las tasas. El catedrático reclama una reducción progresiva de las mismas hasta los niveles del 2010, lo que supone, en Madrid, bajarlas un 60 %.

Aunque reconoce que muchas veces es difícil "deslindar" las causas de los abandonos, Andradas aporta esta cifra para reclamar a las administraciones, en su caso la Comunidad de Madrid, que deshagan el camino que emprendieron en los últimos años.

Andradas recuerda que la Ley Orgánica de Universidades marca que las autonomías son las que deben sostener con sus fondos la actividad básica de sus universidades públicas y apunta como dirección a seguir la de países que España utiliza "como modelo para otras cosas" -cita Alemania, Francia, los países nórdicos-, que tienen un precio "simbólico" en los estudios universitarios.

En el precio de las tasas, especialmente de los máster, encuentra Andradas la causa del importante descenso de matriculación de las últimas convocatorias en todas las universidades, y rechaza el argumento del Gobierno de que el descenso está ligado al acortamiento de las titulaciones.

"Si uno compara las licenciaturas con los grados -hay un año menos de permanencia- es razonable que baje el número de alumnos. Pero habría que comparar el binomio licenciatura más máster", argumenta Andradas.

La "diferencia fundamental", acude, está en que el número de alumnos que hacen el máster es "sensiblemente inferior" a los que hacían el quinto curso: "Si se tiene en cuenta que el precio del máster es el doble que el precio del grado, eso echa para atrás a bastantes alumnos, disuade. El precio de las tasas es algo importante... El precio de los máster influye muchísimo".

Para combatir la subida de las tasas, la Complutense pondrá en marcha este mismo curso el pago fraccionado de matrícula en ocho mensualidades y un fondo de ayuda de un millón de euros, con el objetivo de que ningún alumno se quede fuera del sistema.

Otro compromiso de Andradas es el de no aplicar el decreto "3+2" -la posibilidad de reducir los grados a tres años, que se completarían con un máster-. "En lo que de mí dependa, no aplicaremos el modelo", recalca de forma tajante el rector, que pide al nuevo ministro de Educación que replantee una norma a la que se opone "toda la comunidad" universitaria.

Sobre el nuevo formato, Andradas reclama tiempo para ver la capacidad de inserción laboral de los alumnos que simplemente realizan el grado de tres años. "Comparar con otros países que han ido al tres más dos para ver si los grados de tres años están funcionado o no. En Alemania, resulta que la inmensa mayoría tiene que hacer un máster", expone.

El rector considera un "problema" el fin de la Selectividad, contra el que propone acuerdos entre las universidades para decidir modelos básicos con criterios comunes, transparentes, objetivos y justos sobre la admisión de alumnos.

Aunque reconoce que es "muy denostada" y tiene "inconvenientes", Andradas cree que nadie puede poner en tela de juicio que la prueba era un sistema objetivo que garantizaba la igualdad de oportunidades sin discriminación de tipo económico o de otro tipo.

Su supresión avecina una fase de "indefinición" e "incertidumbre". "Lo razonable, aparte de que alguna universidad pueda poner algún criterio adicional, es que haya criterios básicos compartidos, si no todas las universidades, al menos las de la misma región".

Esto evitaría que los alumnos tengan que ir "de peregrinaje" de una universidad a otra a lo largo de semanas. "Deberíamos de sentarnos las universidades de Madrid (...) Los mínimos deberían estar pactados y fijados entre todos".

"Lo ocurrido en la capilla no invalida a Rita Maestre"

El nuevo rector de la Complutense de Madrid también ha opinado sobre la polémica en torno a Rita Maestre. Cree que la protesta en una capilla de la UCM por la que está imputada la portavoz del Ayuntamiento de Madrid no debería tener repercusión política ni invalida a la concejala para puestos de responsabilidad. Además, expone que vivió con "tranquilidad" esa protesta contra la presencia de capillas en la universidad pública, que tuvo lugar en 2011.

"Las cosas hay que situarlas en la perspectiva que tienen", argumenta Andradas, que recuerda que el caso se produjo "en un determinado contexto" y hace "media docena de años". "No me parece que sea una cosa que tenga que tener repercusión como para que la invalide para determinados puestos y responsabilidades", opina el rector, para quien este tipo de sucesos "se intentan magnificar tanto por un lado como por el otro".

A juicio del catedrático, los responsables deben intentar garantizar el "respecto máximo" a las creencias, incluidos los espacios que representan esas creencias, "mientras existan". "Hay que respetarlos", señala antes de reconocer que la cuestión de fondo es "si deberían existir o no". El modelo que defiende el nuevo rector es un modelo laico en el que los espacios religiosos y de culto "deberían estar en otros sitios".

No obstante, Andradas matiza que esos espacios "ahora existen, forman parte de una tradición, una historia, acuerdos que seguramente tampoco pueden cercenarse ni romperse de un día para otro". En conclusión, el responsable de la Complutense defiende un proceso "gradual", que primero convierta los espacios existentes en "multiconfesionales", y luego que "a lo mejor ni siquiera existan".

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