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El nuevo Gobierno echa a andar ante el escepticismo de la prensa

Reuters

Los nuevos ministros del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tomaban posesión de sus cargos el miércoles antes de celebrar el primer Consejo de Ministros de un Ejecutivo cuya prioridad, como repitió el martes el presidente, será luchar contra la crisis económica.

La vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado; el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves; el ministro de Fomento, José Blanco; la de Sanidad, Trinidad Jiménez; el de Educación, Ángel Gabilondo; y la de Cultura, Ángeles González-Sinde, asumían sus carteras en diferentes ceremonias de traspaso el miércoles por la mañana.

La profunda remodelación del Gobierno fue acogida con frialdad y escepticismo por la mayoría de los diarios nacionales, que destacaron las elecciones europeas del 7 de junio y la minoría en la que se encuentran los socialistas en el Parlamento como factores que influirán en la marcha del gabinete.

Los medios también ponen de manifiesto el pasado de varios de los ministros en los gobiernos de Felipe González y varios lamentan que se haya desaprovechado la oportunidad para dar una imagen de austeridad en tiempos de crisis, reduciendo el número de ministerios.

"Zapatero intenta recuperar el pulso político sólo un año después de las elecciones", dice El País en portada, mientras en su editorial destaca "el componente defensivo de los movimientos realizados" y la necesidad de tener "capacidad para tomar iniciativas" para atraer aliados parlamentarios.

Por su parte, "Público" subraya la "apuesta de riesgo" de los cambios y señala que son "la reacción política que se echaba en falta para la segunda fase (de la legislatura), la que tiene que presidir la remontada".

"una burócrata ideologizada" y Chaves - "el felipista andaluz, látigo de herejes y de vocación clientelista"; y compromisos, a Blanco - que encaja "en la confrontación y el maniqueísmo" del nuevo gabinete - y Jiménez - "uno de sus primeros apoyos en el PSOE".

Y los caprichos serían la destitución de Mercedes Cabrera en Educación, por no tener tiempo; la permanencia de Miguel Ángel Moratinos en Asuntos Exteriores, entre otros.

"ABC" habla de "la manifiesta inadecuación de algunos de los nombres elegidos para los objetivos" que fijó Zapatero. Además afirma que "el Gobierno ha sido puesto al servicio del PSOE", un partido al que considera "desestabilizado por la falta de iniciativa política, la ausencia de alternativas y las malas expectativas electorales".

DIVERGENCIAS SOBRE SALGADO

El nombramiento de Salgado, que tendrá la difícil tarea de dirigir la política económica en un momento en el que España atraviesa una profunda recesión, fue acogido con diversidad de opiniones, y mientras "El País" la considera una "gestora eficaz", "La Vanguardia" señala que "no puede decirse que tenga el prestigio y la imagen de solvencia en el mundo económico, nacional e internacional, de su antecesor".

En "La Razón", que opta por dar un periodo de gracia al Gobierno, se dice que "aunque es prematuro hacer cualquier valoración, lo cierto es que no es una experta de reconocido prestigio en materia económica".

"Quizá el fin último de su designación sea enmascarar el control directo que la Presidencia del Gobierno ejercerá sobre la política económica", afirma "ABC".

Gabilondo y González-Sinde, en cambio, han sido acogidos positivamente en líneas generales, sobre todo el primero, que tendrá que gestionar todo el proceso de adaptación a la reforma europea del plan Bolonia.

Después de esta remodelación, sólo quedan cuatro de los ministros que comenzaron con Zapatero en 2004: la propia Salgado, que ha pasado por Sanidad y Administraciones Públicas, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, Moratinos, y la ministra de Medio Ambiente, Rural, y Marino, Elena Espinosa, que comenzó en Agricultura.

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