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Nueve jefes en activo de Batasuna esquivaron la redada de Garzón

Barrena, Fullaondo y otros siete dirigentes participaron en reuniones, pero no en la del jueves 

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No estaban todos. La detención de 23 miembros de Batasuna por orden del juez Baltasar Garzón ha permitido descabezar una parte importante de la cúpula de la ilegalizada formación, pero no su totalidad. Al menos nueve de sus integrantes, que en los últimos meses habían participado en las reuniones donde la izquierda abertzale ha marcado su estrategia política, no fueron capturados. El motivo: no asistieron a la última.

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Así se desprende del auto de prisión que redactó el magistrado, y en el que se detallan nueve reuniones secretas que los dirigentes de Batasuna han mantenido desde el 19 de junio de 2006 y la identidad de quienes asistieron a ellas. Según dicha resolución, en dichos encuentros participaron varios de los ahora detenidos –Joseba Permach y Juan José Petrikorena lo hicieron en todos–, así como los ya presos  Arnaldo Otegi, Joseba Álvarez y Aiora Epelde.

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Barrena, en cinco reuniones

Sin embargo, otros nueve continúan en libertad, entre ellos Pernando Barrena y Marijé Fullaondo. El primero, que desde el encarcelamiento de Otegi ha asumido la figura de portavoz de la formación, participó en cinco de las nueve reuniones. La segunda asistió a cuatro. Mayor actividad mostró, sin embargo, un tercer dirigente, Aitor Aranzábal Altuna, coordinador de la Mesa Nacional en Guipúzcoa, del que Garzón tiene constancia que intervino en siete de estos encuentros secretos.

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También muy activo se mostró José Manuel Serra Ugarte, a quien la Policía ni siquiera había identificado como integrante del máximo órgano de dirección de la formación. De él sólo constaba que había sido concejal por HB en 1995 en la localidad guipuzcoana de Astigarraba. De modo más esporádico, también participaron Xabier Larralde –dirigente francés de Batasuna que estuvo presente en dos encuentros–, Asier Imaz –también en dos– Jon Gorrotxategi, Eusebio Lasa y Joseba Zinkunegi –estos últimos, en una cada uno–.

Fuentes jurídicas destacan que la mera asistencia a dichas reuniones no son indicios suficientes para actuar contra estos nueve dirigentes. No obstante, estas mismas fuentes recuerdan que los investigadores estudian la abundante documentación intervenida en la operación del jueves por si en ella hubiera pruebas contra los miembros de la Mesa que aún no han sido detenidos. Estas fuentes ponen como ejemplo el caso de Barrena, cuyas declaraciones de los últimos días, sin otros indicios que acrediten que actúa bajo la dirección de ETA, no son suficientes para ordenar su detención.

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Los ausentes

De los supuestos 38 miembros de la Mesa Nacional que Batasuna que fue nombrada en marzo de 2006 –y que fueron dados a conocer públicamente tres días después del anuncio de la tregua de ETA–, diez parecen no haber tenido actividad alguna en los últimos meses en dichas reuniones. Entre ellos destacan Jone Goirizelaia y el profesor universitario Karmelo Landa. Según fuentes policiales, todos ellos fueran relevados de sus funciones en los últimos meses y sustituidos por otros sin que, hasta ahora, hubiera transcendido.

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Eso explicaría, por ejemplo que Ibon Arbulu –cuyo destacado papel ha quedado claro por su asistencia a varias reuniones, así como por la documentación que la Policía le incuató– no apareciera en el órgano de dirección que se dio a conocer en marzo. Sin embargo, ahora es considerado uno de los jefes. 

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