El fiscal Fabio De Pasquale presentó hoy una nueva acusación, esta vez por fraude fiscal, contra el ex presidente del Gobierno italiano Silvio Berlusconi, durante el juicio sobre las irregularidades en la compraventa de derechos televisivos del grupo Mediaset.

Además de Berlusconi, propietario de Mediaset, están imputados los dirigentes de la sociedad Fedele Confalonieri, Frank Agrama, Gabriella Galetto y Daniele Lorenzano.

El fiscal presentó el 8 de octubre pasado una nueva acusación por presunta falsedad en balance cometida en las cuentas de 2000, depositadas el 9 de abril de 2001.

Hoy decidió ampliar esta acusación con el delito de fraude fiscal de Mediaset hasta 2003, por un valor de 30,99 millones de euros.

Sin embargo, tras la petición de los abogados de Berlusconi y Confalonieri, el juez del caso decretó que el cargo por falsedad en balance de 2001 había prescrito.

Por ello, el presidente de Mediaset, Fedele Confalonieri, quedó absuelto, al haber prescrito todos los cargos en su contra.

El abogado del ex jefe del Gobierno italiano, Niccoló Ghedini, afirmó que la nueva acusación por fraude fiscal es la prueba 'de que se quiere seguir procesando a Berlusconi por la fuerza'.

El juicio continuará el 21 de enero próximo con las acusaciones contra Berlusconi y otros dirigentes de Mediaset por las irregularidades en la compraventa de derechos televisivos y se estudiará el nuevo cargo presentado hoy por la Fiscalía.

El proceso se ocupa de la compraventa de los derechos de transmisión de películas estadounidenses por parte de Mediaset, por valor de 470 millones de euros y en torno a la cual se creó un entramado de transacciones en las que supuestamente participaron empresas registradas en paraísos fiscales al servicio de Berlusconi.

La Fiscalía sospecha que en la operación se aumentó de forma artificial el precio real de los derechos, se desvió a cuentas en el extranjero cerca de 280 millones de euros y se eludió al fisco el equivalente a unos 170 millones de euros entre 1994 y 1996.