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"No escribiré novela hasta que no haya paz"

La escritora israelí y activista Yael Dayan participa en unas jornadas en Granada

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A sus 70 años, Yael Dayan no pierde la energía y las ganas de cambiar el mundo que le rodea. La escritora y periodista, hija del ex ministro de Defensa de Israel Moshe Dayan, una de las figuras emblemáticas del ejército israelí, héroe de la guerra de los seis días (1967), defendió a ultranza los derechos humanos y, en especial, los de la mujer en el Parlamento de su país entre 1992 y 2003.

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Desde 2004 hasta hoy, continúa su lucha en el Ayuntamiento de Tel Aviv como edil de Asuntos Sociales. Dayan, columnista de tres periódicos digitales y escritora de seis novelas y dos ensayos, sueña con volver a coger la pluma y "disfrutar de sus nietos", pero, según indicó en una entrevista con Público, no puede centrarse, encontrar el ambiente necesario para escribir novela "hasta que no llegue la paz porque es intolerable que ya hayan nacido tres generaciones en la ocupación", agrega.

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Ayer, ofreció una conferencia en Granada en el marco del III Congreso Internacional Voces Mediterráneas en la que afirmó que la paz en Oriente Medio sólo se alcanzará cuando se distinga Estado de religión. A su juicio, lo primero que hay que hacer para acabar con el conflicto en su territorio es "eliminar el sentimiento histórico de que los israelíes son el pueblo elegido" para después "repartir el territorio de Israel y Palestina, crear dos Estados y repoblar las ciudades de Gaza y Palestina".

Además, esta feminista confía en que la llegada de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos y "la fuerza que ahora mismo le une a la Unión Europea pueda acercar el final de esta situación".

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La política israelí cree que las mujeres tienen mucho que decir en la resolución de conflictos. Para ella, "las mujeres vemos más lejos que los hombres. Ellos son más prácticos mientras que nosotras, antes de actuar, sentimos el problema y buscamos soluciones". Sin embargo, considera: "Tenemos que creérnoslo más y no hablar tanto de lo que no tenemos como de todo lo que hemos conseguido".

En Israel, apunta Dayan, hay una inversión importante en políticas sociales dirigida a las mujeres, pero el problema radica en que "hay muchas que no quieren integrarse".

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"El Islam y el Judaísmo discriminan a la mujer, igual que el sistema de bienestar social que hay en mi país", añade. El remedio, según dijo, está en "crear leyes de igualdad de la mano de los hombres y mejorar la situación económica y social".

A pesar de este panorama, Dayan también destaca los avances que ha vivido y sigue viviendo su país sin perder la esperanza de "ver y sentir la paz" y el progreso de un territorio marcado por casi medio siglo de un marcado sentimiento "de estar ocupando un territorio que es de otros".

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