Niños con malformaciones cardíacas tendrían complicación futura
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Los niños operados a corazónabierto para reparar malformaciones cardíacas congénitassufrirían más problemas psicológicos de adaptación y peorcalidad de vida que los chicos con corazones sanos, reveló unarevisión de 35 estudios publicados.
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El equipo dirigido por el doctor Markus A. Landolt, delHospital de Niños Universitario en Zúrich, halló que laspersonas jóvenes con defectos cardíacos más complejos y las quenecesitarían una cirugía en el futuro tenían el riesgo más altode sufrir esos problemas psicológicos, al igual que aquellascon deterioro neurológico y del desarrollo.
Hasta 12 de cada 1.000 bebés nacen con defectos cardíacoscongénitos y más de un tercio de esos casos son malformacionespotencialmente fatales, señalaron los autores en la revista BMCPediatrics.
Cada vez niños sobreviven y viven por más tiempo después lareparación quirúrgica de esos defectos, mientras quesobrellevar la cirugía puede ser un desafío para padres yniños.
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Para investigar cómo los niños evolucionan psicológicamentedespués de ese tipo de cirugía, el equipo identificó y revisó23 estudios sobre la adaptación psicológica de esos pacientes y12 sobre la calidad de vida. Todos los estudios incluyeron unseguimiento de los participantes de por lo menos dos años.
Los niños operados eran casi dos veces más propensos arecibir un diagnóstico psiquiátrico que los chicos sanos, losque representa un riesgo similar al que tienen los pequeños conotros tipos de enfermedades crónicas.
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Esos niños eran también más propensos a tener uncomportamiento fuera de lo normal para su entorno yalteraciones de la función psicológica.
Sin embargo, los padres de chicos con transposición de lasarterias cardíacas principales respondieron que sus hijos sehabían adaptado bien, o hasta mejor, que el grupo control deniños sanos.
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El equipo sugiere que eso se debería a que la reparaciónquirúrgica de la malformación tiene un "excelente pronóstico" ya que esos jóvenes eran menos propensos que los niños con otrostipos de defectos cardíacos a tener trastornos genéticos.
En cambio, los maestros no describieron diferenciasconductuales o de adaptación entre los chicos con o sinenfermedad cardíaca, lo que sugiere que "los problemasinfantiles son menos evidentes en el contexto escolar".
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Eso, para los autores, se debería a que los niños son máspropensos a "internalizar" los problemas que a exteriorizarlosy podría también estar asociado con el efecto de la ansiedad delos padres sobre la forma en que ellos perciben el estado desalud de sus hijos.
Asimismo, en los estudios sobre la calidad de vida, lospadres eran más propensos que los niños a mencionar unaalteración de la calidad de vida.
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"El bienestar de los padres estaría asociado con laadaptación psicológica de los niños. Eso demuestra que esnecesario desarrollar un enfoque integrado de apoyo familiarque tenga en cuenta tanto las necesidades individuales de cadachico, como la de los padres", escribieron los autores.
FUENTE: BMC Pediatrics, 22 de enero del 2009