La niña de tres años abandonada en Australia hace diez días, se reunió hoy con su abuela materna en Nueva Zelanda, mientras sigue las búsqueda del padre en Estados Unidos acusado de secuestrar a la pequeña y de asesinar a la madre.

La nieta, Qian Xun Xue, se fundió en un abrazo con Xiaoping Liu al encontrarse en la ciudad de Auckland, en el norte de Nueva Zelanda, donde estaba el domicilio de la pequeña.

La abuela, que reside en China, no sólo se ha trasladado a Aucklanda para recoger a su única nieta, sino también para identificar el cadáver de su hija, Annie Anan Liu, y organizar su funeral.

"Mi familia y todos los amigos de Anan están sufriendo una gran pena y amargura. Pido a la Interpol que arreste al salvaje criminal lo antes posible", solicitó la mujer en un comunicado enviado a los medios de comunicación, en el que también agradece la ayuda y el cariño dado a su nieta.

Su intención es volver con la niña a China, porque en la cultura china las hojas caídas deben regresar a su raíces, según explicó un amigo de la familia a los medios neozelandeses.

La saga comenzó el 15 de septiembre cuando apareció la niña de tres años abandonada en la estación de trenes Southern Cross de Melbourne y al investigar cómo llegó allí se descubrió que la había abandonado su padre, Michael Xue, un editor neozelandés de 54 años residente en Auckland y con antecedentes por violencia doméstica.

Ambos entraron en Australia el 13 de septiembre con pasaportes neozelandeses provenientes de Auckland y el padre salió del país en un vuelo hacia Los Ángeles (Estados Unidos) el mismo día en que dejó a su suerte a la hija.

En los días siguientes se abrieron investigaciones en Nueva Zelanda y Estados Unidos, se registró la casa en la que vivían, se destapó la historia de malos tratos y abusos del padre a la esposa y la decisión final de la mujer de abandonarlo, hace unos meses.

A la semana siguiente, la Policía neozelandesa descubrió, en la misma calle del domicilio, un coche con el cadáver de una mujer en el maletero, que resultó ser de Annie Liu, de 27 años.

"En este momento, todo el mundo con consciencia, entenderá el profundo dolor que hay en mi corazón", manifestó la abuela en la misiva.

Cuando reciba la custodia, se llevará a la nieta a la ciudad china de Changsha, en la provincia de Hunan, un lugar donde la pequeña pasó temporadas e incluso llegó a asistir a la guardería.

"Quiero que crezca con salud, en un lugar seguro y tierno, y que esté bien protegida", explicó Liu.