Las intensas nevadas interrumpieron el lunes el tráfico aéreo y ferroviario en Europa, cancelando vuelos en el principal aeropuerto londinense y paralizando prácticamente las comunicaciones por carretera en la capital británica.

Las autoridades advirtieron a decenas de miles de trabajadores de que no intentaran acudir a sus puestos en Londres, en medio de una de las peores nevadas en casi 20 años. Los autobuses fueron cancelados y centenares de colegios cerraron en todo el país, dejando a los niños jugar y hacer muñecos de nieve en parques y jardines.

"Prefiero deslizarme por la nieve que estar en el colegio", dijo Georgie Cunliffe, de 7 años, que jugaba en un parque londinense.

Las condiciones climáticas más frecuentes del este y norte de Europa ocasionaron el caos en Reino Unido, con una infraestructura poco preparada para el frío.

En el norte de Francia, la nieve cubrió de blanco París y las zonas rurales próximas y también afectó a los sistemas de transporte aéreo, ferroviario y por carretera.

Los meteorólogos dijeron que Reino Unido se verá afectada por un segundo día de temperaturas heladas el martes, y se espera que una intensa nevada en todo el país durante la noche.

Responsables empresariales de Londres dijeron que el coste estimado de la paralización ocasionada por la nieve podría llegar a 48 millones de libras (unos 54 millones de euros) en pérdida de productividad.

RETRASOS Y CANCELACIONES

Todos los vuelos que llegan y salen de Heathrow, el mayor aeropuerto internacional, fueron cancelados antes de que se reanudara un servicio limitado, con largas esperas y cancelaciones. Una de las dos pistas estaba cerrada.

Un avión de Cyprus Airways se desvió de la pista de aterrizaje en Heathrow tras llegar desde Larnaca, pero logró detenerse. Nadie resultó herido.

Los aeropuertos de Gatwick, Stansted y Luton, cercanos a Londres, sufrieron retrasos y cancelaciones de vuelos. El Aeropuerto de la Ciudad de Londres, que sirve al distrito financiero, estuvo cerrado durante el día.

Los aeropuertos de Dublín, Cork y Belfast también se vieron obligados a cancelar algunos vuelos.

Varios puntos del sistema de metro de Londres fueron suspendidos, obligando a los usuarios a caminar o buscar taxis preparados para atravesar rutas llenas de nieve.

Las autoridades de transporte advirtieron sobre los peligros de conducir en el sur y el centro de Inglaterra y aconsejaron no conducir a menos que fuera absolutamente necesario.

El primer ministro británico, Gordon Brown, dijo que el Gobierno estaba "haciendo todo lo que está en nuestra mano para asegurarnos de que nuestros servicios, carreteras, trenes y aeropuertos, sean reabiertos lo más rápido posible".

Una intensa nevada cayó en el sur de Inglaterra. Epsom, en Surrey, tenía hasta 31 centímetros de nieve, mientras que el sur de Londres registró 28 centímetros y North Downs, en Kent, acumuló 25 centímetros.

La oficina meteorológica de Londres emitió una severa advertencia para la madrugada en grandes partes del país, incluyendo Escocia, Gales, Yorkshire y el área central de Inglaterra.

Expertos en clima dijeron que el sureste de Inglaterra estaba experimentado su peor nevada desde principios de la década de 1990.

El operador ferroviario internacional Eurostar también sufrió retrasos debido a la nieve en Gran Bretaña, Francia y Bélgica.

En Francia, hubo atascos en las entradas a París durante la hora punta y la autoridad de transporte parisina dijo que muchos autobuses habían sido cancelados.