Por Dan Williams

Un intercambio de prisioneros de Israel con Hamás aún no fue acordado y podría no suceder, dijo el martes el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, después de que un miembro del gabinete predijera un avance en el futuro cercano.

"Todavía no hay acuerdo y no sé si habrá uno", dijo a periodistas Netanyahu, cuya negativa a revelar detalles del estado de las negociaciones, en las que median Egipto y Alemania, han ayudado a avivar la especulación sobre un progreso inminente.

Líderes de Hamás, el grupo islámico que gobierna la Franja de Gaza, estaban en El Cairo para discutir el intercambio propuesto del soldado israelí Gilad Shalit por cientos de palestinos encarcelados.

Altos cargos cercanos a las conversaciones dijeron el lunes que Israel había abandonado sus objeciones sobre unos 160 prisioneros que Hamás quiere incluir en el pacto de liberación.

Pero ambas partes han objetado en varios medios árabes que el intercambio se realice el viernes, cuando se celebra la festividad musulmana de Eid al-Adha.

Israel se ha resistido a dar una amnistía a palestinos encarcelados por ataques que mataron a sus ciudadanos. Aunque mostró flexibilidad en su intento por recuperar a Shalit, el Gobierno israelí está preocupado de una reacción local sobre el acuerdo que refuerza a Hamás.

El martes, el ministro de Industria y Comercio, Benjamin Ben-Eliezer, que no es miembro del gabinete de seguridad israelí que delibera sobre el intercambio de prisioneros, dijo que un acuerdo estaba "avanzando hacia una finalización en un futuro muy cercano".

En declaraciones a la Radio del Ejército, Ben-Eliezer dijo que aún debía ver una lista de prisioneros palestinos para otorgarles la amnistía, pero que veía una base de apoyo para liberar a algunos jefes militares de Hamás y otras facciones antisraelíes.

"Obviamente habrá nombres de asesinos importantes. El Gobierno va a decidir y espero que la decisión sea positiva", afirmó.

Shalit fue secuestrado en 2006 por hombres armados liderados por Hamás en una incursión transfronteriza, y su retorno es una causa controvertida en Israel.

La liberación de prisioneros no es menos emotiva para los palestinos, que ven a sus casi 11.000 hombres detenidos en cárceles israelíes como héroes nacionales.