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Los negociadores de la Policía no logran impedir que el hombre atrincherado en Zaragoza se suicide

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El hombre que permanecía atrincherado desde las 23.00 horas de este lunes, 18 de agosto, en un bar ubicado en la calle La Salina, cerca de la plaza de Europa de Zaragoza, se ha suicidado, según ha confirmado a Europa Press la Jefatura Superior de Policía de Aragón. El hombre llevaba confinado 20 horas, armado y sin rehenes.

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Luis Pedro R.G., de 62 años, había sido recientemente abandonado por su pareja, llamada Fátima, de origen guineano, después de que la prestara entre 30.000 y 40.000 euros para pagar el traspaso del citado local.

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Una portavoz de la Policía Nacional explicó a los medios de comunicación en el lugar de los hechos que los agentes, después de un encierro que se prolongaba durante diecinueve horas, decidieron entrar en el bar porque se habían agotado ya "todas las posibilidades de negociación", la situación estaba "estancada" y no se percibían "avances".

Los policías entraron en el local, dispararon dos cargas aturdidoras y varias ráfagas de cargas de gas con el objetivo de aturdir al hombre y conseguir que desistiera.

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En ningún momento, agregaron las fuentes, la policía ha disparado armas de fuego.

Una vez en el interior del bar, los policías notaron al hombre "sereno, cansado y agotado" e intentaron durante veinte minutos evitar el fatal desenlace.

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Pero después, el atrincherado se metió en una pequeña estancia del local y en ese momento se escuchó el disparo con el que Luis Pedro R.G. ha acabado con su vida, supuestamente con el arma de fuego de pequeñas dimensiones que portaba.

"No se ha podido hacer nada" por evitarlo, aseguró la portavoz policial, quien también recalcó que el equipo negociador ha tenido "mucha paciencia" y ha desarrollado un "intenso trabajo" y en ningún momento "ha perdido la esperanza" de que el hombre accediera a abandonar su encierro.

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En el transcurso de la negociación, Luis Pedro R.G solicitó algunas cosas "banales", como cigarrillos, y también hablar directamente con sus familiares, que conversaron con él desde la puerta del bar protegidos con chalecos antibalas.

De hecho, su hermana, sus hijos y su expareja acudieron hasta el lugar para colaborar con el equipo negociador e intentar convencerle para que saliera.

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Respecto a los motivos que han podido llevar a este hombre a protagonizar los hechos, la portavoz de Policía Nacional remite a la investigación que se ha abierto, pero recordó que durante la negociación Luis Pedro R.G no formuló ninguna petición concreta.

Hasta el lugar de los hechos se ha desplazado ya la comisión judicial, pero se espera aún la llegada de los servicios que se harán cargo del levantamiento del cadáver.

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Desde la noche de ayer, han participado en este operativo los Grupos de Homicidios y de Atracos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, la Patrulla de Seguridad Ciudadana, el Grupo de Operaciones Especiales y dos negociadores de la Comisaría General de la Policía Judicial de Madrid, además de la Policía Local y servicios sanitarios.

 

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Según declaró su exnovia, después de hablar con el atrincherado -a distancia para no poner en riesgo su integridad-, éste sólo buscaba "protagonismo" puesto que no lo creía "capaz de disparar a nadie".

Al parecer, una discusión con su pareja fue el detonante del suceso, según han informado fuentes policiales. "En ningún momento me encerró dentro del local y tampoco nunca antes se había puesto en actitud agresiva conmigo por lo que pienso que solo es una forma de llamar la atención", aseguró su exnovia Fátima, quien no quiso aclarar los motivos de la discusión. "El revólver que acompaña a Luis Pedro ha sido comprado recientemente", explicó.

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Fuentes cercanas a Luis Pedro aseguran que el desencadenante pudo ser "el préstamo de entre 30.000 y 40.000 euros que hizo a Fátima antes de que ésta le abandonase".

También hablaron con él su hermana, una camarera del local y su hijo de 20 años.

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