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Nápoles quiere tener un comisario extraordinario con poderes sobre los gitanos

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Nápoles se ha sumado hoy a la petición de Roma y Milán para tener un "comisario extraordinario" con poderes de decisión sobre el destino de los gitanos, muchos de ellos emigrantes rumanos.

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Así lo informó hoy el ministro del Interior, Roberto Maroni, en una rueda de prensa que se produjo tras entrevistarse con su colega de Rumanía, Cristian David.

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La medida del comisario extraordinario se enmarca dentro de la nueva política del Gobierno de perseguir la delincuencia y expulsar a los inmigrantes que se encuentren de forma ilegal en el país.

El alcalde de Roma, Gianni Alemano, dijo ayer que el comisario extraordinario para los gitanos tendrá poderes "sobre la seguridad pública y la definición del territorio".

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Y añadió que los gitanos italianos serán integrados, mientras que los que no lo sean deberán vivir en la legalidad o serán expulsados.

El anuncio que Nápoles también pidió tener el comisario extraordinario se hizo después de que en los últimos cinco días los gitanos residentes allí hayan sufrido agresiones y los campamentos donde vivían tuvieran que ser evacuados.

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Algunos de esos campamentos abandonados fueron después incendiados.

Tras las insistentes declaraciones de las autoridades italianas acerca de la persecución a la inmigración ilegal, la Comisión Europea recordó hoy a ese país que las expulsiones de extranjeros deben realizarse "caso por caso" y por criterios de orden público, seguridad o sanidad pública.

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El ministro del Interior italiano aseguró también hoy que "es infundada" la crítica que habla de que el Gobierno de Roma va a llevar a cabo "expulsiones en masa".

Sin embargo, hoy fueron detenidos 268 extranjeros en una redada contra la criminalidad en general, de los que 53 han sido ya llevadas a la frontera y 65 a centros de acogida temporal a la espera de ser expulsados, según fuentes policiales.

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También dijo que "no existe un problema con la comunidad rumana en Italia", sino "un problema de seguridad que sufren los ciudadanos y al que el Gobierno quiere dar respuesta".

"Hemos pactado, bajo propuesta del ministro rumano, crear una comisión entre los dos Gobiernos para afrontar y resolver las cuestiones interpretativas en materia de circulación de las personas, sobre la base de las directivas de la Unión Europea", declaró Maroni.

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Pero el ministro italiano insistió en que se perseguirá a "quien delinque, sin interesar quién es ni de dónde venga; si no es un ciudadano italiano será expulsado con respeto a las leyes europeas".

El ministro rumano señaló que "la presencia rumana en Italia es muy significativa y está constituida por gente que trabaja y está perfectamente integrada."

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También defendió que "el trabajo de los rumanos en Italia deja beneficios a la sociedad italiana, aunque indicó que "los rumanos que viven en Italia deben respetar las leyes".

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