El mundo real de Pandora
Los paisajes y montañas del Parque Forestal Nacional de Zhangjiajie, en la provincia de Hunan, China, inspiraron los escenarios de "Avatar", la película de James Cameron.
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En ocasiones, la ficción más extrema tiene su origen en la realidad. La simple naturaleza no deja de sorprendernos, ofreciéndonos el escenario perfecto para nuestras más alucinadas fantasías. James Cameron y su equipo de producción se dieron una vuelta por el interior de la más remota China.
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Hay numerosas y sorprendentes bellezas naturales en Zhangjiajie, desde el lago de Baofeng, hasta la cueva de Huanglong, la más grande del continente asiático. Pero el lugar más subyugante lo constituye el misterioso grupo de montañas cubiertas por densos y milenarios bosques. Son en total 243 majestuosos picos de más de mil metros de altura, casi siempre envueltos en nubes que se enganchan y neblinas que se empeñan en ocultarlos. Son como un ejército de soldados esperando impávidos el inicio de una gran batalla.
El parque constituye un gigantesco jardín botánico de más de tres mil especies de plantas, que es además hogar de 23 especies de animales raros. El clima es húmedo durante todo el año contribuyendo a espesar prodigiosamente la vegetación. En gran medida ha sido la erosión la que ha acabado por dar forma a estos pilares como resultado de la formación de hielo en las grietas durante el invierno y del rápido crecimiento de las plantas que se aferran a ellos. Estas extrañas formaciones son, desde siempre, un icono distintivo del paisaje chino. Ya se encontraban, incluso, en muchas pinturas chinas de la antigüedad.
Los 3.544 metros de altura de la columna de arenisca de cuarzo llamada Cielo del Sur, han sido oficial y recientemente bautizados, con claras intenciones turísticas, como Avatar Aleluya Mountain, en honor de la tridimensional película. El director de la misma y los diseñadores de producción confiesan haberse inspirado en las rocas flotantes de Zhangjiajie.
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El éxito planetario de Avatar ha tenido en este rincón lejano sus paradójicas consecuencias. Un escarpado pico situado en una pintoresca zona del sur de China inspira una carísima producción de Hollywood, y al cabo de unos meses, ese extraño pico recibe el nombre de la película, no sabiendo muy bien si como premio o como castigo.
Incluso en China está a punto, si no lo ha hecho ya, de convertirse en la más taquillera de la historia, después de Titanic. Avatar ha recaudado hasta ahora unos 80 millones de dólares en este país, y se ha convertido en la película más popular de su historia. Y ahora los turistas, realmente tridimensionales, pueden hacer un recorrido por las verdaderas montañas del planeta Pandora.