La morosidad con los bancos se eleva hasta rozar el 7%
Aunque la cifra de impagos puede parecer elevada existe diferencia entre hogares y empresas, sobre todo del ámbito de la promoción inmobiliaria y la construcción
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La tasa de morosidad es una relación entre el volumen de impagados que sufren las entidades financieras y la evolución del saldo crediticio total que tienen. Cuando cada vez son mayores los primeros y menores los segundos, el resultado es una fuerte subida de la tasa de morosidad. Es lo que ocurrió en julio, cuando este indicativo se aceleró hasta rozar el 7% (frente al 6,69% del mes anterior). Se situó en el 6,94%, una cifra que no tocaba desde febrero de 1995.
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La tasa había bajado en junio, pero es una tendencia habitual en el último mes de cada trimestre debido a que las entidades procuran salir lo mejor posible en la foto de los resultados trimestrales y trasladan a los meses posteriores el reconomiento de algunos créditos dudosos.
En todo caso, aunque la cifra de impagos puede parecer elevada (124.717 millones de euros), existe una gran diferencia entre hogares y empresas, sobre todo del ámbito de la promoción inmobiliaria y la construcción. Los particulares tienen una tasa de morosidad del 3,24% (el 2,5% si es sólo para compra de vivienda), mientras que las empresas la elevan al 9,8%, entre las que los promotores suman un 17,8% (54.889 millones), según los datos de junio.