Moody's amenaza con bajar el rating de 30 entidades españolas
Hace unos días hizo lo propio con la deuda española
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Las entidades de calificación siguen tirando dardos a la economía española en forma de amenazas. Moody's advierte sobre una posible rebaja del rating a 30 entidades financieras españolas, entre bancos y cajas de ahorros, así como de sus emisiones de deuda con aval del Estado, cuya nota actual es 'Aa1'. No es la primera vez que ocurre algo parecido. Hace unos días, la agencia de calificación amenazó con bajar de peldaño a la deuda española, pese a la medidas anticrisis que ya se han puesto en marcha y que amenazan con, entre otras cosas, aumentar la edad de jubilación a los 67 años.
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La agencia —que ya situó bajo perspectiva negativa el rating de la banca española basándose en el deterioro de la calidad de los activos y los planes de austeridad del Gobierno—, ha dado un paso más allá y podría recortar el rating de dichas entidades financieras a corto plazo. No obstante, Moody's matiza que, a su juicio, existen incentivos "fuertes" para que el Ejecutivo continúe prestando apoyo dentro de sus posibilidades.
Santander, BBVA, Popular, Sabadell, Banesto, Pastor, Bankinter, Banco de Valencia, BBK, Caja Madrid, Bancaja, La Caixa, Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), Caja España, Caja Navarra, Cajastur e Ibercaja son algunas de las entidades que figuran en la lista de Moody's.
La revisión a la baja también ha afectado a la patronal de las cajas de ahorros, la CECA, y a su gestora Ahorro Corporación. Moody's también ha avisado de que podría revisar a la baja la nota del Instituto de Crédito Oficial (ICO), así como los depósitos de la deuda subordinada y de las emisiones de las citadas entidades garantizadas por el Estado.
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Aunque Moody's no considera que la solvencia de España esté en peligro, ni que necesite un rescate, sigue mandando mensaje de preocupación. Valora que existen riesgos, como un posible aumento del ratio de deuda pública por el coste de recapitalización de los bancos y las posibles consecuencias de las tensiones que podría provocar las necesidades de refinanciación en 2011.