Míchel: "Valgo más por lo que callo que por lo que digo"
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José Miguel González, Míchel, técnico del Getafe, se mostró molesto por la imagen ofrecida por su equipo ante el Portugalete, se echó a las espaldas todas las culpas, y se mordió la lengua con sus jugadores al decir que vale más por lo que calla que por lo que dice.
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"Llevamos cinco partidos sin ganar. Muchas circunstancias hay que arreglarlas. Es una de las noches en las que el entrenador vale más por lo que calla que por lo que habla. Hay que buscar la responsabilidad en el entrenador y nada más", dijo.
"Valgo más por lo que callo por lo que digo. EN esta plantilla se ha visto a todos los jugadores y estamos en disposición de opinar. Por mucho que se equivoque un entrenador, hemos jugado un Tercera contra un Primera", agregó.
"Para ganar los partidos hay que tener el control del juego. Hoy hemos tenido ocasiones pero no acierto. Cuatro palos no justifican la eliminatoria ante un Tercera. Ellos lo han hecho muy bien hasta más allá del límite. No hemos acertado. No hay muchas explicaciones, todo el mundo lo ha visto. Como ocurre en estos casos, es que quizá el entrenador no encuentra la tecla", añadió.
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"El acierto tiene que ver, dicen con las rachas. No es una cuestión de impotencia, cuando uno está fuera del ring tiene que intentar darle la vuelta a la situación. Podríamos haber ganado el partido o merecido, pero eso no basta. Me gustaría que me animasen a mí. Ya que me hecho la culpa, que me animen a mí", apuntó.
Cuestionado por si siente peligrar su cargo, destacó: "Posiblemente, si no ganamos, es lo lógico en el fútbol. Cambiar de plantilla en diciembre no se hace. La plantilla la hace el presidente con Toni y soy el responsable de sacarle el mejor partido. A lo mejor no lo estoy haciendo".
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"Preocupado estoy siempre. Mi ambición como entrenador es ir hacia delante. La preocupación no lleva a pensar que no hay soluciones. Lo frustrante es que el entrenador tiene que ir de la mano de los jugadores, que es lo que hace cuestionar a los entrenadores", comentó.
"En esta familia... me gustaría que me animaran mis jugadores, pero seguramente no lo conseguiremos. Eso suele pasar. Cuando las cosas van bien el entrenador es en un segundo plano. Cuando va mal... el entrenador siempre está sólo con sus ayudantes y su familia", concluyó.