México, próximo destino para salvar el pacto del clima de la ONU
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Será difícil para el mundo encaminar el próximo año en México los diálogos sobre cambio climático liderados por Naciones Unidas, después de que se alcanzó un pacto poco ambicioso en Copenhague que no establece un plazo para un tratado legalmente vinculante.
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México será la sede para las próximas conversaciones anuales y ministeriales de Naciones Unidas, que se realizarán entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre del 2010.
Las negociaciones apuntarán a fortalecer el "Acuerdo de Copenhague" que busca limitar el aumento global de las temperaturas a no más de 2 grados Celsius sobre niveles preindustriales. Sin embargo, no precisa cómo alcanzar esta meta.
Durante meses, Naciones Unidas insistió que la cita de Copenhague, que culminó el viernes con una cumbre de 120 líderes mundiales, debía ser un "momento decisivo" para retrasar el cambio climático por medio de promesas individuales de naciones para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
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El sábado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon reconoció que el acuerdo -liderado por Estados Unidos y China y que deja espacio para compromisos nacionales- no cumplió con las expectativas pero es "un importante comienzo".
Que las negociaciones continúen en México, país que se considera a sí mismo en un nivel intermedio entre naciones ricas y pobres, podría favorecer las negociaciones que casi colapsaron este mes, en medio de acusaciones de Sudán y Venezuela de que la nación anfitriona, Dinamarca, estaba favoreciendo los intereses de estados ricos.
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México "puede, de mucho mejor forma (...) cumplir con esta tarea muy difícil de construir puentes", dijo Kim Carstensen, jefe de la iniciativa climática global del grupo ecologista WWF.
NO PERDER IMPULSO
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Documentos de la ONU adoptados en Copenhague precisan que los resultados del trabajo de grupos claves de Naciones Unidas para retrasar el calentamiento global serán presentados "para ser aprobados" en México, pero dejan de lado las exigencias de muchas naciones que pedían que los textos constituyeran un "tratado legalmente vinculante".
Muchos Estados quieren que la reunión de México sea adelantada.
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"Existe un gran riesgo de que perdamos el impulso", comentó un alto delegado, respecto a la lucha para establecer un límite a las emisiones y así evitar las peores consecuencias del calentamiento global como tormentas de arena, ciclones más poderosos, extinción de especies, deslizamientos de tierra y aumento del nivel de los mares.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó el pacto -en el que inicialmente trabajó junto a China y otras economías emergentes líderes y que más tarde fue respaldado por la mayoría de los otros países- como un paso histórico y prometió fortalecer el "impulso que alcanzamos en Copenhague".
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China y Estados Unidos son los mayores emisores de gases de efecto invernadero. Hasta ahora, el programa no refleja un sentido de urgencia.
El acuerdo no fue formalmente adoptado por todos los países debido a la oposición de algunas naciones en desarrollo, que expresaron que ignora las necesidades reales de los Estados pobres.