El jefe de las tropas internacionales en Afganistán, Stanley McChrystal, se desplazó hoy a la provincia de Kunduz (norte) para investigar el bombardeo que este viernes causó la muerte de decenas de insurgentes y un número de civiles aún por determinar, informó la agencia afgana Pajhwok.

El bombardeo, a cargo de la aviación de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad) tuvo lugar en la madrugada del viernes con el objetivo de destruir dos camiones cisterna robados por los talibanes en Kunduz.

Según distintos testigos, sin embargo, el bombardeo afectó a numerosos civiles, porque los camiones habían quedado atascados junto al río Kunduz y los insurgentes permitieron que la población local se acercara para extraer el combustible de los vehículos.

Distintas fuentes oficiales afganas afirmaron que el bombardeo acabó con las vidas de entre 50 y 60 insurgentes, pero también reconocieron que entre los fallecidos había algunos civiles.

El Ministerio de Defensa de Alemania, cuyas tropas están desplegadas en Kunduz, informó por su parte de la muerte de 56 insurgentes pero a la vez indicó que "presumiblemente" no había víctimas civiles en el bombardeo.

Las denuncias sobre el terreno, sin embargo, obligaron tanto a la ISAF como al presidente afgano, Hamid Karzai, a anunciar la apertura de sendas investigaciones para determinar lo ocurrido.

Antes de su llegada a Kunduz, el general McChrystal aseguró a Pajhwok que el propósito de su visita a la zona era tener una visión más cercana del suceso y obtener información precisa.

"Queremos comprobar el aspecto técnico del bombardeo de la ISAF para determinar quién murió y el número de bajas", dijo el general, quien este lunes había apostado por un cambio de estrategia para proteger con más eficacia a la población civil afgana.

Tras saber del atentado, el presidente afgano se declaró "entristecido" por lo sucedido y anunció el envío a Kunduz de un equipo investigador propio, según un comunicado emitido el viernes que fijó en 90 los muertos y heridos.

Kunduz está lejos de los principales bastiones de los talibanes, en el sur y el este, pero tiene bolsas de población pastún, la etnia de la que proceden tradicionalmente los insurgentes, que han expandido sus actividades en los últimos dos años.

Esta mañana, cuatro soldados alemanes resultaron heridos en un atentado suicida a las afueras de la capital provincial, según informó el ejército germano, en una acción que fue luego reivindicada por los talibanes.