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Mayuba Mohamed, retenida en Tinduf por su familia biológica: "Quiero salir de aquí"

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Mayuba Mohamed, de 23 años y de origen saharaui pero con nacionalidad española, se encontró con una triste sorpresa cuando, después de visitar a su familia en los campamentos de Tindouf en Argelia, su padre biológico le retiró el pasaporte y le dijo que no podía volver a España. Tras 90 días sin documentación y con escaso contacto con su familia española de acogida, la joven ha conseguido que le devolvieran el pasaporte y le prestaran un móvil, desde el cual se ha podido comunicar con este periódico.

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"Quiero salir de aquí lo más pronto posible. No puedo esperar", dice Mayuba. La joven asegura sentirse agobiada y con muchas ganas de volver a casa, pero los trámites van despacio y la situación política en los campamentos saharauis no ayuda demasiado: "Mi familia de acogida está haciendo lo imposible, también desde el consulado español están muy pendientes de mí, pero los trámites se ralentizan cada vez más, aunque yo sé que no es tan fácil como parece". Ahora, la familia biológica intenta llegar a un acuerdo con ella: "Quieren que me quede dos meses, esa es la condición que han puesto, pero yo no acepto el trato. Sé que si acepto el trato, ellos usarán eso para decir que estoy aquí por voluntad propia, y no es así. Quiero volver cuanto antes. Es mi decisión, es un tema de libertad y de derechos humanos", comenta sin titubeos.

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"Mi familia no me deja salir de los campamentos hasta dentro de dos meses"  El padre biológico quiere que el revuelo mediático que se ha generado en la prensa se calme un poco, de ahí la condición de los dos meses. "Si acepto las condiciones, puede ser que cambien de opinión, por eso me he negado en rotundo. Además está el tema del honor familiar. Mi familia biológica está teniendo mucha presión social: soy la única hija y tengo seis hermanos más. Para ellos y para la comunidad en la que viven, debo quedarme allí. Ya he estudiado, así que ellos creen que mi lugar ahora está en los campamentos. Hay gente que les dice a mis padres que no tengo ni derecho a hablar". Mayuba, sin embargo, lo tiene claro. "Yo quiero mucho a mi familia biológica, muchísimo, pero si tengo que decidir entre volver a España o quedarme aquí para siempre, escojo volver, es mi decisión, y ellos no pueden cortar mis libertades de esta manera".

No era la primera vez que Mayuba visitaba a su familia saharaui en los campamentos: "Nunca había habido ningún problema, a mí me gusta visitarlos, a mi padre, mi madre, mis hermanos...son mi familia. De hecho, cuando mi padre me llamó para decirme que mi abuela estaba enferma, no lo dudé ni un segundo". Pero esta vez fue diferente, Mayuba no aterrizó en España el 18 de agosto como estaba previsto, la habían retenido en contra de su voluntad. "No entiendo nada, nada, nada... No sé por qué me han obligado a quedarme, me cogieron el pasaporte y luego ya no me lo devolvieron", insiste.

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Verónica Llopis, hermana adoptiva de Mayuba, asegura que ella y los suyos no dejarán de luchar para traerla de vuelta. "Nosotros no tenemos nada en contra de la familia biológica pero deben dejar que Mayuba sea libre (...) Todo esto se nos está haciendo eterno, cada día que pasa se nos hace más difícil". Cuando le prestan el móvil, pueden hablar con ella con más regularidad, pero durante todo este tiempo casi no han tenido contacto con Mayuba. "El próximo paso es presentar el tema al Congreso de los Diputados y al Parlamento Europeo, a ver si así se puede hacer un poco más de presión al Frente Polisario para que se agilice la liberación", dice Verónica.

Mayuba habla serena, a pesar de la situación. Al otro lado del teléfono, espera con ansia que todo se solucione pronto. "He perdido algo de peso —bromea—, estoy bien, pero quiero marcharme de aquí, y no me quiero esperar dos meses, eso lo tengo claro. Ellos siempre han sabido que me quería ir, siempre lo he dicho".

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La joven lamenta la falta de implicación del Frente Polisario en el caso y que en algunas ocasiones éste se haya puesto a la defensiva: "Este no es un tema político, no se está atacando a toda la población saharaui, es un tema de derechos humanos y de género: si hubiese sido un hombre no me lo hubiesen hecho, estoy convencida", asegura con firmeza la joven.

Tras casi una hora de conversación en catalán para que la familia no la entienda, Mayuba se despide sin perder los ánimos y convencida de que pronto dejarán que se marche, aunque no las tiene todas consigo: "Tengo miedo de que cambien de opinión, se trata de una cuestión de confianza. Mi padre biológico tiene que confiar en mí y yo en él, pero yo ya no puedo esperar, quiero volver lo antes posible".

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