Massera está "en plenas facultades" para afrontar el juicio por los italianos desaparecidos en Argentina
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El ex dictador argentino Emilio Massera, de 83 años, está en "plenas facultades psíquicas y físicas" para afrontar un juicio y el 26 de marzo se debatirá si procesarlo por la muerte de tres ciudadanos italianos durante la dictadura en Argentina (1976-1983), según dictaminó hoy un tribunal de Roma.
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El juez Marco Mancinetti se limitó hoy a declarar cerrada la fase de instrucción dedicada a las condiciones de salud del acusado y estableció que este es "plenamente capaz de afrontar un juicio", al basarse en el informe del perito médico italiano Piero Rocchini, que visitó a Massera en su casa en Argentina.
Massera "debe ser considerada una persona con plenas facultades para ser juzgado, a pesar de los intentos de manipulación más o menos conscientes, con exagerados síntomas psíquicos ficticios", según el estudio médico, de 28 páginas.
Tampoco influyeron sobre la decisión del juez las últimas noticias sobre el estado de salud del ex militar, quien sufrió un infarto hace algunos días, lo que motivó su ingreso en el Hospital Naval de Buenos Aires, como corroboró un perito perteneciente al Cuerpo Médico Forense argentino.
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El magistrado reabre así el sumario sobre Massera, que quedó suspendido en 2005, después de que un anterior informe pericial médico determinara que el acusado padecía demencia.
El juez italiano declaró hoy "en rebeldía" al ex militar, al no haberse presentado al proceso.
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De nada sirvieron las peticiones de los abogados de Massera de contar con más tiempo para aportar nueva documentación, pues el magistrado rechazó la propuesta, al considerar que "habían tenido tres años para preparar la defensa".
El 26 de marzo, con la documentación que aporten los abogados decidirá si enjuiciar a Massera por las mismas acusaciones por las que fueron condenados en rebeldía en primera instancia (14 de marzo de 2007) y en apelación (24 de abril de 2008) los ex oficiales argentinos Jorge Eduardo Acosta, Alfredo Ignacio Astiz, Jorge Raúl Vildoza y Antonio Vañek.
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Todos ellos fueron condenados por la desaparición, tortura y asesinato, entre 1976 y 1977, de los italianos Angela Aietta Gullo, Giovanni Pegoraro y su hija Susana, además del secuestro de la hija de ésta, nacida en prisión.
Además, el Tribunal Supremo confirmó el pasado 26 de febrero la condena a cadena perpetua al ex oficial de la Marina argentina Alfredo Astiz, el único que había presentado recurso.
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Durante la vista de hoy se admitieron como parte civil a los familiares de los tres italianos desaparecidos y al Estado italiano, que estará representado por el abogado Giovanni Pietro De Figueiredo.
"La Abogacía del Estado está presente porque representa a la nación a la que pertenecen las víctimas. El asesinato y la desaparición por razones políticas de estos ciudadanos italianos representa una lesión ocasionada al país", declaró a Efe De Figueiredo.
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El abogado de los familiares de las víctimas, Marcello Gentili, expresó a Efe su "total satisfacción ante la decisión del juez de abrir una discusión para procesar a una persona que en Argentina aún no se ha conseguido enviar a juicio".
Gentili añadió que las Madres de Plaza de Mayo le enviaron "una carta en la que deseaban que la Justicia italiana decidiese abrir este juicio".
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Emilio Massera, conocido como "Almirante Cero" o "El Negro", integró junto a Jorge Rafael Videla y Héctor Agosti la primera Junta Militar que gobernó Argentina.
Además, Massera dirigió el Grupo de Tareas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) de Buenos Aires, principal centro de detención y tortura, donde fueron conducidos y posteriormente desaparecieron los tres italianos.
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Se trata de Angela Aietta, que desapareció el 5 de agosto de 1976 tras ser detenida por apoyar a los opositores al régimen, entre los que se encontraba su hijo Juan Carlos Dante Gullo, actual diputado en Argentina.
Tras su arresto el 18 de junio de 1977 en la ESMA, tampoco se volvió a tener noticias de Giovanni Pegoraro y de su hija Susana, militante peronista, que dio a luz a una niña durante su detención y que fue entregada a una familia.