"Tenemos aún más cultura de oposición que de gobierno"
Entrevista a Gaspar Llamazares
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Se fue entre la tormenta, cuestionado. Pero Gaspar Llamazares (Logroño, 1957) se ha consolidado como un "brillante" parlamentario reivindicado por el líder, Cayo Lara.
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¿Luces o sombras en IU?
Más luces. Si no existiera IU, habría que inventarla. Se han mantenido ideas organizadas de izquierdas y ha habido avances inexplicables sin IU: derechos sociales, el No a la guerra, lucha ecologista, las bodas gays, la dependencia. Momentos importantes son la lucha anti-OTAN, la bandera pacifista, la crítica a los GAL, o el periodo de influencia política [2004-2006]. Un momento difícil, mi mandato: a los malos resultados se unió la crisis interna. No creo que esa etapa sea la de la izquierda hundida.
¿Por qué IU no ha encontra-do su fórmula del éxito?
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Se debe a la debilidad de la izquierda social y política, la barrera de la Ley Electoral, el giro conservador vivido por el país, el bipartidismo y la dificultad de IU para gestionar su pluralidad. Las crisis se dan cuando no hay generosidad [del PCE] o no se respeta la soberanía de IU.
¿La relación con el PSOE lastra la vida interna?
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Competimos en la izquierda y nos necesitamos para formar mayorías. Son más las dificultades objetivas las que dan lugar a una vida interna neurótica. Hay más cultura de oposición que de gobierno y debería equilibrarse. Que influir en los gobiernos no sea un drama.
¿Qué dejó como legado?
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Intenté aggiornar IU. Que sin dejar de ser roja, fuera ecopacifista, que rentabilizase el impulso del Prestige y la guerra de Irak. Fui mi apuesta y perdí. No supe ver la desconfianza de sectores de IU que se sintieron agredidos. Pero sigo creyendo en ello: sumar lo viejo y lo nuevo. La refundación es necesaria, pero es un proyecto de largo aliento.