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La magia del hierro

Naturaleza frondosa y pueblos centenarios en la comarca asturiana de Los Oscos-Eo

MARINA VIDAL

Cuesta trabajo imaginarlo hoy, caminando por la frondosa naturaleza y los pueblos de pizarra y calma que constituyen Los Oscos. Pero, no nos dejemos engañar por el aire recogido y aparentemente inmune a los cambios de esta comarca asturiana en la que, a simple vista, el tiempo parece haberse detenido: el recorrido por las minas de Arruñada, Excomulgada, Pena Teixeira y Carmina o por los ingenios mecánicos de Taramundi nos habla de un pasado industrial y avanzado para su tiempo, ligado a la minería del hierro, que comenzó en época romana y se mantuvo hasta el siglo XX. Si a todo esto le añadimos una gastronomía deliciosa y una arquitectura tradicional de sobria belleza, la magia de este rincón de norte asturiano es completa.

Colindantes con la provincia gallega de Lugo, Los Oscos se ubican junto a la ría del Eo, uno de los más importantes humedales del norte peninsular. Todo el territorio está incluido dentro de la Reserva de la Biosfera del Río Eo, Oscos y Terras de Burón. La ría del Eo merece una visita. Lo mismo que su arquitectura, funcional y sencilla. Sería un error pasearse por estos territorios y no prestar atención a sus hórreos, palomares o a tipologías más llamativas como los cortines o colmiales, construcciones de piedra que cobijan las colmenas; a las corripias, para almacenar castañas, y los molinos, una espléndida muestra de la ingeniería tradicional que en Los Oscos cuenta con varios ejemplos en envidiable estado de conservación, como los del Conjunto Etnógráfico de Os Teixois o, llamativo por su tamaño, el del pueblo de Soutelo, en San Martín de Oscos.

A simple vista, el tiempo parece haberse detenido en esta comarca asturiana

¿Qué visitar en la comarca? Castropol es una de las mejores opciones. Balcón sobre la ría del Eo, su casco histórico es Bien de Interés Cultural. Vegadeo es el principal centro de servicios de la comarca y una localidad de calles tradicionales. Los amantes de lo monumental agradecerán conocer Mon, ejemplo de arquitectura nobiliaria de la comarca, el palacio de Mon.

Combinación de naturaleza y arquitectura industrial es la Vía Verde por el antiguo trazado del ferrocarril minero Villaodriz-Ribadeo. Cristalina la cascada Semieira, en Pumares. E imprescindible el Conjunto Etnográfico de Os Teixois, con los ingenios hidráulicos que en el XVIII abrieron el camino a la industrialización de la comarca. Y como muestra de la arquitectura más tradicional, detenida en el tiempo desde hace años, San Cristóbal, Brañanova y La Penacoba, con sus típicas casas de pizarra, montaña arriba.

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