Es un dato conocido: la deuda de Madrid supone casi tanto como el endeudamiento del resto de las capitales españolas. Al cierre de 2009 alcanzaba los 6.719 millones, según el Banco de España; las demás capitales suman 7.801 millones. Si la corporación madrileña acordara crear una tasa para sufragar su deuda (por ejemplo, de 59 euros anuales por hogar, como la tasa de basuras), se tardarían 105 años en dejar el contador a cero.

Pero, según los responsables del equipo de gobierno madrileño, no sería necesario. 'La deuda no me preocupa lo más mínimo; no es un problema para el ayuntamiento', sostiene Juan Bravo, el concejal de Hacienda. Cinco sextas partes de la deuda se ha generado durante el mandato de Alberto Ruiz-Gallardón, y, en gran medida, se debe al soterramiento de la M-30. La oposición del PSOE censura que el endeudamiento se ha creado antes de la crisis, y que ahora no existen los recursos suficientes para amortizarla.

Juan Bravo asegura que ya en 2008 la corporación comenzó a tomar medidas en sus presupuestos para controlar los números rojos. Las cuentas municipales han cerrado con superávit en 2009, y esperan que en el presente ejercicio el volumen de deuda pueda comenzar a reducirse: según sus estimaciones, bajaría en unos 42 millones. Según los planes del equipo económico de Ruiz-Gallardón, la parte de la deuda atribuible a la M-30 se irá amortizando a un ritmo de unos 60 millones anuales, y el resto, a 250 millones anuales. Así, entre el año 2022 y el 2035 el endeudamiento estaría totalmente amortizado.

El concejal de Hacienda asegura que el endeudamiento 'no lastra la capacidad de gasto ni complica el manejo del déficit'. La carga de la deuda representa en torno al 10% de los recursos corrientes del ayuntamiento, un porcentaje similar al que había antes de Ruiz Gallardón.

'Ahora tenemos que seguir tomando medidas para reducir los gastos y reducir el déficit', subraya Bravo. El alcalde anunció el pasado jueves un tijeretazo en el gasto de este año de 1.040 millones, un 20% del presupuesto. Una semana antes, el PSOE había propuesto un recorte de 800 millones.

El portavoz de Hacienda del PSOE, Pablo García-Rojo, critica el ajuste del gobierno municipal por el 'severo recorte' en los servicios sociales, mientras no se toca la inversión prevista para el Palacio Cibeles, la nueva sede del ayuntanmiento al lado de la popular y céntrica fuente.' Con menos deuda habría que dedicar menos dinero a amortización e intereses, y se podría destinar a otros menesteres', sostiene García-Rojo.