Luc Besson coquetea con la cuarta dimensión en Futuroscope
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El director de cine francés Luc Besson le ha dado una vuelta de tuerca al universo fantástico de "Arthur y los Minimoys" para crear una experiencia sensorial en cuatro dimensiones en el parque temático Futuroscope, situado en Poitiers.
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Con la atracción "Arthur, la aventura 4D", el realizador propone que el común de los mortales se transforme en un diminuto Minimoy y se enfrente a la peligrosa tarea de sobrevolar a toda velocidad mundos bulliciosos y hostiles encima de una mariquita.
El estreno de la atracción coincide con la promoción de la segunda película de su saga infantil, "Arthur y la venganza de Maltazard", que llegará a España el 19 de febrero, y que está siendo un éxito de taquilla en Francia.
La última parte de esta trilogía cinematográfica, "Arthur y la guerra de los mundos", estará lista para finales del año 2010.
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Director, productor y guionista imprevisible, Besson prueba ahora suerte en el mundo de los parques temáticos de la mano de la simulación en cuatro dimensiones: a la experiencia tridimensional conocida se le suma la tracción del espectador y una estimulación sensorial que va más allá de la vista y el oído.
"¿Pensabais que podríais estar cinco minutos encima de una mariquita volante? La verdad es que he alucinado al ver que lo que había creado en mi imaginación era posible, sobre todo cuando he visto cómo mis hijos estaban disfrutando a mi lado", explicaba Besson en la presentación de la atracción a los periodistas.
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Han hecho falta seis millones de euros para que la historia fantástica de los Minimoys trascienda las pantallas de cine y convierta, durante casi cinco minutos, al espectador en un personaje activo de la trama, creada expresamente para Futuroscope.
Para hacer una atracción "diferente", el director de "Juana de Arco" participó incluso en el diseño de los interiores del edificio que alberga "Arthur, la Aventura 4D", que presentan el mundo humano a gran escala para que los visitantes se sientan pequeños.
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Sin moverse de su asiento, aunque sí en él, el participante se ve inmerso en una carrera frenética en la que esquivará a gigantes ratones, quedará atrapado en una tela de araña, será rozado por la lengua de una rana y propulsado por túneles y precipicios.
El objetivo de la experiencia, que hará las delicias de los más pequeños aunque mareará un poco a los adultos poco amantes de la aventura, es ayudar al niño Arthur a volver al mundo de los humanos.
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Para conseguir esa simulación tan lograda, aunque no novedosa en exceso, es necesario utilizar gafas de 3D, poner en marcha una proyección en alta definición que cubre una pantalla Imax de 900 metros cuadrados y activar la tracción de los asientos -en seis direcciones- y efectos de aire y agua en la sala.
Besson sostuvo que la tecnología de las gafas es la misma que la empleada en la película "Avatar", aunque afirmó orgulloso que la tecnología que utiliza su atracción es "más sofisticada" que la del filme de James Cameron, porque incluye una dimensión más.
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El realizador de "El gran azul" se mostró entusiasmado con el resultado de la atracción -tanto que se montó en ella cuatro veces consecutivas-, aunque reconoció que la puesta en marcha de este proyecto fue difícil por su complejidad.
Besson comparó el proceso de creación con un parto, que es duro pero en el momento que se coge al bebé en brazos se olvidan los momentos complicados.
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El parque de atracciones Futuroscope, que nació en 1897 con el objetivo de promover el turismo en el departamento de La Vienne, situado en la región de Poitou-Charentes, espera atraer con esta atracción a un público más internacional.