El hasta ahora consejero delegado del Real Betis y accionista mayoritario del Real Betis, Manuel Ruiz de Lopera, ha anunciado esta tarde en el estadio que lleva su nombre que ha vendido la mayoría de su paquete accionarial y que ahora es sólo un accionista minoritario.

Lopera no ha revelado las cifras económicas de la operación, pues es algo que deja a los nuevos propietarios de la mayoría del capital del Real Betis, un grupo que representa el empresario navarro Luis Oliver, quien ya estuvo al frente de clubes de fútbol como el Xerez Deportivo o el Cartagonova.

Lopera ha destacado en su comparecencia que vende sus acciones porque hay béticos que llevan tiempo diciendo que se vaya y que no las ha traspasado a otros béticos porque no han ido en serio a comprarlas.

También ha asegurado que se va con tristeza porque es bético desde pequeño, y ha defendido su gestión tanto económica como deportiva, aunque ha apuntado que han tenido mala suerte en algunos momentos.

El ya ex máximo dirigente del club verdiblanco, que deja la entidad tras dieciocho años al frente de ella, ha recordado que se esforzó por meter al Betis en el plan de saneamiento del fútbol español y puso inmuebles de su propiedad en garantía para que se convirtiera en una Sociedad Anónima Deportiva, además de construir un nuevo estadio de 56.000 espectadores y una ciudad deportiva, y que todo ello no ha servido para nada.

Lopera ha precisado que, después de vender el 51 por ciento de las acciones del club que tenía una de sus empresas, Farusa, al él le queda un uno por ciento del capital total del Betis más otras acciones que posee a su nombre.

También ha explicado que los nuevos propietarios de sus acciones han visto las cuentas del club y las han dado por buenas, al igual que los fichajes que se han efectuado hasta el momento.

Ha ratificado que "la venta está hecha y firmada ante notario" y ha aclarado que existe una cláusula en la que se apunta que si hay incumplimiento del contrato éste se resuelve.

Lopera ha insistido en que las únicas deudas que tiene el Betis son con la administración pública, pero que se pagan los vencimientos estipulados, y que lo demás siempre ha estado avalado por su empresas.

El ya ex máximo dirigente ha señalado que el actual nombre del estadio, 'Manuel Ruiz de Lopera', se mantendrá "hasta que se termine de pagar esta operación" y que los nuevos gestores "no tienen la obligación" de mantener a ninguno de los empleados actualmente en el club.

Lopera ha achacado a la mala suerte la situación deportiva del equipo, en Segunda División por segunda temporada consecutiva, y ha destacado que él no tiene la culpa de que le metan al equipo goles en los últimos minutos o que se fallen penaltis.

Sí ha reconocido que se arrepiente de haber fichado a algún que otro entrenador, pero ha subrayado que siempre ha hecho lo que le han dicho sus técnicos.

"Me despido con una pena muy grande. Me da tristeza, pero le deseo a todos los béticos lo mejor del mundo y les pido que apoyen a estos hombres -los nuevos gestores-", ha dicho Lopera, quien ha lamentado que en esta campaña, si los distintos sectores del Betis hubieran estado unidos el equipo habría conseguido seis puntos más y estaría ahora en Primera.

Sobre la prevista comparecencia el próximo 14 de julio en un juzgado de Sevilla acusado de un delito societario, ha dicho que tiene la "conciencia muy tranquila" porque no se ha llevado nunca dinero del Betis.