Lola Herrera no cambia de profesión pero cumple su sueño de diseñar ropa

Cada vez que Lola Herrera actúa, ya sea en teatro o en televisión, son muchos los espectadores que preguntan "de quién va vestida" por eso ha decidido que los diseños que hace para ella misma desde hace 20 años se comercialicen, un "sueño" que ha cumplido con la complicidad de su hijo Daniel.

Herrera (Valladolid, 1935) acaba de presentar en sociedad "Bababa", una línea de ropa, pero también de joyas y de decoración, caracterizadas las tres por utilizar alta tecnología para sus impresiones digitales, que son las que las hacen "exclusivas", explica la actriz en declaraciones a Efe.

"Bababa", un homenaje al padre de Herrera, que al final de su vida sólo pronunciaba esas sílabas, lo sostienen la actriz, que se ocupa de la colección de moda; Saioa Aldaya, responsable de la de joyería, y Daniel Dicenta y Rafael Rodulfo, autores de la de decoración.

"No es que haya meditado meterme en esto sino que ha surgido por el camino. No me importaba compartir con otras mujeres mis diseños y nos hemos reunido y lo hemos puesto en marcha. Llevamos seis meses preparando este sueño y parece que hemos logrado salvar todos los obstáculos", detalla.

Asegura que su ropa es "cómoda y ponible", para mujeres "de los 18 a los 90 años", piezas atemporales "fuera de la dictadura de la moda", "únicas y distintas", "con un toque oriental" y "muy favorecedoras".

La tela de todas las prendas, básicamente pantalones, vestidos, camisas, chaquetas y kimonos, es "crêpe de seda", "una tela con una caída estupenda, que se adapta muy bien al cuerpo" en la que se puede imprimir cualquiera de sus diseños "o el que el cliente demande".

De momento se pueden comprar en el "showroom" madrileño "Clorofila digital" pero tienen previsto activar tienda "on line" la próxima semana.

"Si esto prospera -avanza- haré una colección o dos, a lo sumo, al año, pero sin entrar en la rueda de lo establecido".

La actriz, que está de gira con la obra "Querida Matilde", advierte que este proyecto no significa "cambiar de profesión", sólo, reitera, "cumplir un sueño".