La Policía francesa ha localizado en las cercanías de Burdeos un tercer coche utilizado en su huida por los etarras que perpetraron el atentado de Capbreton, el pasado 1 de diciembre, en el que fallecieron dos guardias civiles, según han informado a EFE fuentes de la lucha antiterrorista.

El automóvil, un Peugeot 307, fue abandonado días después del crimen, y se encontraba estacionado en un aparcamiento público desde entonces.

Los agentes franceses están ahora inspeccionando el coche en busca de pruebas que permitan demostrar al cien por cien su relación con el atentado, así como determinar qué personas lo ocuparon antes de ser abandonado en el sur de Francia.

Desde un primer momento, la Policía gala ha tenido la certeza de que en el atentado de diciembre pasado participaron tres terroristas, presumiblemente Saioa Sánchez Iturregi y Asier Bengoa López de Armentia -detenidos unos días después- y un tercer terrorista -un hombre- del que se desconoce su identidad.

Los etarras utilizaron al menos tres vehículos en su precipitada huida, dos de ellos localizados poco días después del atentado, al que se suma el Peugeot 307 localizado ahora.

El primer coche fue un Renault Clio verde que usaron durante parte de su fuga y que abandonaron horas después en el departamento de Tarn.

En este vehículo los agentes encontraron casi 150 casquillos que presumiblemente recogieron después de haber hecho prácticas de tiro en algún lugar aislado horas antes del atentado.

Algunos de esos casquillos hallados en el coche presentan las mismas características que los del arma que fue empleada en el doble asesinato de Capbreton y que, según la hipótesis de los investigadores, fue disparada por Saioa Sánchez.

Además, a los etarras detenidos se les encontró más tarde la llave del Clio que abandonaron accidentado.

No obstante, los expertos saben que las armas halladas en poder de Asier Bengoa y Sánchez Iturregi no fueron las usadas en el atentado, lo que indica que, o bien, se deshicieron de ellas o están en poder del tercer integrante del comando, un hombre aún buscado por las fuerzas del orden francesas.