Líderes mundiales debatirán en Múnich sobre el futuro de las relaciones después de Bush
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La Conferencia de Seguridad de Múnich se celebra este año con la vocación de relanzar el diálogo euroatlántico tras la era Bush y con la mirada puesta en la nueva política exterior de Estados Unidos, línea que el vicepresidente, Joe Biden, esbozará durante la cita en la capital bávara.
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Más de 300 representantes de cincuenta países, entre ellos una docena de jefes de Estado o Gobierno y una cincuentena de ministros, debatirán durante tres días sobre los principales conflictos y retos de la actualidad.
La conferencia empezará mañana por la tarde con un primer plato fuerte: el futuro de las armas nucleares.
Bajo ese título se debatirá todo el abanico relacionado con el control de armamento nuclear, empezando por un análisis general sobre si es posible un mundo sin este tipo de armas, pasando por el acercamiento estadounidense-ruso en relación con la reducción de sus arsenales estratégicos y terminando en el dossier iraní.
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El debate será abierto por el ex secretario de Estado de EEUU Henry Kissinger, "padre" de la nueva estrategia antinuclear estadounidense, quien compartirá podio con el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, y el viceprimer ministro ruso, Sérguei Ivanov.
En el debate participarán además el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Mohamed el Baradei, y el presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani.
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La segunda jornada estará centrada en analizar el futuro de las relaciones transatlánticas, entre la UE y Rusia, y la OTAN y Rusia, la cooperación UE-OTAN, la seguridad energética y el conflicto en Oriente Medio.
Los debates serán abiertos por el representante de la política exterior europea, Javier Solana, el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, y Alexandr Vondra, ministro de Asuntos Europeos de la República Checa, que actualmente ejerce la presidencia de turno de la UE.
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El mensaje político de esta comparecencia conjunta es demostrar que la UE y la OTAN pueden superar sus diferencias y llegar a una cooperación "real", como reclaman la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en un mensaje conjunto previo a la conferencia.
En el artículo publicado en Alemania y Francia, Merkel y Sarkozy constatan que para poder establecer una cooperación transatlántica "real", los europeos deben mostrar más disciplina que hasta ahora y aunar capacidades civiles y militares.
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Además sostienen que la política de seguridad del futuro no puede limitarse al componente militar, sino que debe incluir conceptos como la arquitectura financiera mundial, el abastecimiento energético y la migración.
En Múnich podrían debatirse además las propuestas lanzadas el verano pasado por el presidente ruso, Dmitri Medvédev, quien abogó por una nueva arquitectura de seguridad europea.
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En el citado artículo, la canciller alemana y el presidente francés manifiestan su disposición a entrar en este diálogo.
Merkel y Sarkozy compartirán debate con el primer ministro polaco, Donald Tusk, ronda que por la tarde será ampliada al invitado más esperado de esta conferencia, el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, de quien se espera presente las líneas maestras de la nueva política estadounidense.
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En un principio estaba previsto que a Múnich acudiera, como en años anteriores, el secretario de Defensa, Robert Gates, pero al parecer la nueva Administración no quiso verse representada por alguien que también es sinónimo de la era Bush.
Biden no será el único representante de la nueva Administración; también estarán en Múnich el Consejero de Seguridad Nacional, James Jones, y el enviado especial de EEUU para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, además del ex candidato presidencial republicano John McCain, asiduo participante de esta conferencia.
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La tercera jornada estará dedicada a analizar el futuro de Afganistán. El presidente Hamid Karzai expondrá la situación en su país, a pocos meses de las elecciones y en un entorno que parece cada vez más inestable.