La líder uigur denuncia 10.000 desaparecidos en los disturbios de Urumqi
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La activista política uigur en el exilio Rebiya Kadeer denunció hoy que cerca de "10.000 personas desaparecieron" durante los disturbios registrados en la ciudad china de Urumqi a principios de mes y pidió a Japón que investigue lo ocurrido.
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La presidenta del Congreso Mundial Uigur (WUC), que vive exiliada en EEUU, estará en Tokio hasta mañana para hablar sobre la situación de su etnia en China con varios representantes políticos nipones, mientras el Gobierno de Japón considera que su visita al país no dañará las relaciones bilaterales chino japonesas.
"Como Gobierno, entendemos que la visita (de Kadeer) se ha producido como resultado de una invitación privada, y no creemos que perjudique la relación Japón-China", dijo hoy el ministro portavoz del Gobierno nipón, Takeo Kawamura, citado por Kyodo.
Kadeer, de 62 años, denunció hoy en una rueda de prensa en el Club de Corresponsales Extranjeros de Tokio que hubo cerca de "10.000 desaparecidos en una sola noche" durante los disturbios de la ciudad de Urumqi, en la provincia de Xinjiang (oeste de China).
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La activista se preguntó que en caso de que hayan muerto "¿dónde están?" esos miles de personas y pidió al Gobierno de Japón que "se involucre seriamente" en el esclarecimiento de lo ocurrido.
Kadeer responsabilizó además al Gobierno chino de haber convertido en "violenta" una manifestación que comenzó como pacífica y negó las acusaciones que la señalan como instigadora de los disturbios.
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Pekín ha acusado a esta madre de 11 hijos y casada en dos ocasiones de ser una "delincuente" por azuzar las protestas en Urumqi, en las que según las cifras oficiales del Gobierno chino, murieron al menos 197 personas, 1.700 resultaron heridas y se produjeron cerca de 1.400 detenciones.
Según las organizaciones uigures en el extranjero, se produjeron 800 muertes durante las protestas en Urumqi.
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Kadeer se reunió hoy además con Seichi Eto, representante en el Senado del gubernamental Partido Liberal Demócrata (PLD) al que pidió que el Ejecutivo nipón envíe una misión de representantes a China para verificar los datos relacionados con los disturbios.
"Estoy impresionado por el problema de derechos humanos que está ocurriendo en nuestro país vecino en la actualidad. No podemos cerrar los ojos a lo que ha pasado", dijo Eto, que consideró "natural" que Japón envíe una misión de investigación a China, según Kyodo.